Esta “caja de turrón” que parece ser el
Presidente de nuestro Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, por su
omnipresencia en los canales de televisión para hacerse autopropaganda, ha
afirmado a “bombo y platillo”, que la gestión de los embajadores de Gran Canaria: el balompedista David
Silva, y el nadador paralímpico invidente, el sahariano Enhamed Enhamed, han
conseguido resultados
muy importantes
para la isla, aunque no explicitó cuales son.
Desconozco en que consisten y como realizan esas embajadas y también los beneficios
que nos reportan. No creo que a Silva, en los partidos que juegue con su actual
equipo –que ignoro cual es- y con la selección nacional, se le permita que en
la espalda de su camiseta lleve escrito, por ejemplo: visite Gran
Canaria, continente en miniatura, ni que el grancanario de pura cepa, como lo
atestiguan palmariamente su nombre y apellido (iguales) y su aspecto físico –aquí se le otorga
generosamente la grancanariedad a cualquiera por el simple hecho de su nacimiento
aunque su cultura y su idiosincrasia sean distintas a la nuestra- Enhamed Enhamed, en sus
competiciones natatorias porte una pancarta o un letrero con igual leyenda, que
seguramente estaría en el idioma universal: el inglés, para que la leyeran los
espectadores.
También podría ser que se dirigieran al público a través de la
megafonía, cantándoles y contándoles nuestras excelencias climatológicas y
playeras, pero pienso que tampoco se lo consentirán.
De no ser así, ignoro de
que otra manera podrán efectuar sus misiones diplomáticas para la promoción de Gran
Canaria como destino turístico de primer orden, que presumo será el objetivo en
el que se implicarán estos embajadores nuestros.
Así que hay que exigirle al Presidente de nuestro
Cabildo y a su avispado Consejero de Turismo, que
sigue considerando inocentes
despistes las
campañas de desprestigio de nuestra isla, tanto nacionales como internacionales
planificadas por los chicharreros, que nos informen como se efectúan esas embajadas y
cuanto dinero nos cuestan –porque es nuestro no de su peculio particular- y del importantísimo
número de visitantes que han conseguido y de los beneficios obtenidos.
A mí todo esto me parece
una pura fantasmada.
Y se me
ocurre sugerir que también podrían ser embajadoras de Gran Canaria por su
relieve musical, muy superior al deportivo aunque no tan popular, la
mezzosoprano Nancy
Fabiola Herrera,
y la soprano lírica-ligera Yolanda Auyanet, ambas con carrera internacional en el mundo de
la Ópera.
¿Por qué no intentarlo en los ambientes de la cultura? Quizá tendrían
un éxito insospechado, que no tendría que menoscabar en modo alguno su
prestigio artístico.
Carmelo
Dávila Nieto
Exvotante
del PSC-PSOE.
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