Los enchufes están a la orden del día en Canarias ¡Que vivan
las sociedades públicas y los gerentes bien remunerados!
· Pablo Nieto,
otro godo más que viene a Canarias a ocupar puestos en empresas públicas
· El gerente
de Gestur, Miguel Becerra, percibe 76.815 euros, mientras que su predecesor,
Emilio Luque, cobraba 139.962 euros
Otro godo más que se forra en Canarias. Pablo Nieto, abogado
no ejerciente, marido de Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria al Congreso,
es gerente de la sociedad pública de viviendas sociales, Visocán, y gana al año
100.800 euros, más que Paulino Rivero, presidente del Gobierno de Canarias y
más que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España.
Pablo Nieto no tiene demasiado trabajo, porque su tarea en
Visocán parece que no necesita de muchas horas de dedicación, pero desde luego
es un destino de lujo. Y sin oposición, ni concurso de acceso, ni nada. Puro
dedo.
El sueldo de Pablo Nieto es más elevado que el de Miguel
Becerra, otro privilegiado, un “clásico” que lleva años enchufado en la
Administración, uno de los “hombres de negro” del fallecido Adán Martín. Cobra,
como gerente de Gestur (Gestión Urbanística, empresa pública), 76.815 euros al
año, sueldo que contrasta con el de su antecesor, Emilio Luque, que percibía,
por el mismo trabajo, 139.962 euros. No está nada mal.
Canarias, en plena crisis económica, y cuando la gente pasa
hambre y penurias, paga muy bien a sus ejecutivos, como ven. El director de
Proexca (que ha realizado despidos en su plantilla) gana 66.834 euros de
sueldo, pero muchos miles más en concepto de dietas por viajes al extranjero. Y
el de Canarias Cultura en Red, 67.507 euros al año. El de Grafcán, 75.200; el
de Gesplán (que ha presentado un ERE recientemente), 74.455 euros; y el de Ideco,
63.277. No tienen vergüenza.
La pregunta es si son necesarias todas estas sociedades
públicas en Canarias, si sus actividades no se podrían englobar en una sola, si
realmente prestan un servicio a la sociedad canaria y a qué precio. Empresas
que se han convertido en nidos de enchufados que cobran millonadas a costa de
nuestros impuestos.
Pues no va a estar calentito el matrimonio Oramas; así
cualquiera. Entre los 100.000 euros del marido y los más o menos 80.000 que se
lleva del Congreso la señora Oramas, la crisis no pasa por ellos.
Ni sufren necesidad, ni se privan de casi nada, con esa
millonada en sus cuentas corrientes. Y todo de dinero público, de nuestros
impuestos. Qué grande es la democracia y qué bonita es la vida.
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