martes, 15 de diciembre de 2009

GRAN CANARIA Y EL TRANSPORTE PÚBLICO



Comienzo este artículo con dos preguntas para usted: ¿Cómo calificaría, en su opinión, el transporte público en Gran Canaria? y ¿Lo considera usted acorde a la población de la isla, digno, rentable y ecológico? En cuanto a la primera pregunta dejo, en principio, que usted mismo la responda; en cuanto a la segunda ruego me permita influenciarle un poco en las próximas líneas, quizás incluso cambie la respuesta que ha dado inicialmente a la primera cuestión. Si no lo consigo recuerde que esto es únicamente una opinión respetable pero discutible, como deberían serlo todas cualquiera que fuese el foro.

Adjunto detallo los datos de población y de superficie así como de los medios de trasnporte público de Gran Canaria, Tenerife y de dos ciudades españolas que ruego visualicen antes de continuar la lectura:
Fuente: Wikipedia

¿Qué sugieren estos datos? ¿Qué interpretación podríamos extraer de los mismos? Uno de los casos está bien claro como es, lógicamente, Barcelona. Esta ciudad es la segunda más poblada de España y la décima de la Unión Europea. Es normal, por tanto, que con el número de habitantes que engloba, su densidad de población y el turismo que recibe anualmente, cuente con unos medios de transporte públicos únicamente superados por Madrid en nuestro país. En segundo lugar tenemos a Málaga que, actualmente, es la sexta urbe de España y capital de la Costa del Sol. Sin duda se habrán percatado por aquellas latitudes desde hace algún tiempo que semejante rol requiere un transporte público que de flexibilidad a su población así como al numeroso turismo que recibe la zona, y por tanto están a punto de estrenar nuevo Metro y cuentan desde hace poco tiempo con dos líneas de tren de cercanías. Estamos de acuerdo, (perdone que me aventure a pensar que está de acuerdo con esta personal exposición) que tanto Barcelona como Málaga, cada una en su contexto geográfico y demográfico precisan de todos estos proyectos. Estamos también de acuerdo, supongo, que teniendo en cuenta como antes mencioné el turismo que ambas ciudades reciben, es importante ofrecer cómoda y fácil movilidad para que el mimado turista pueda consumir, conocer y en definitiva “gastar” en un mayor número de zonas posibles del núcleo que se trate. Estaremos de acuerdo también en que, claro, con todo esto del cambio climático y la contaminación invertir en distintos sistemas de transporte público eleva a estas poblaciones a la élite ecológica y europea o, al menos, las acerca un poquito más. Creo que también podemos coincidir en opinar que si bien medios como los trenes, tranvías o metros son caros en cuanto a construcción y mantenimiento, seguramente el movimiento económico que se genera alrededor de ellos supera con creces dichos gastos, ¿ejemplos?: creación de puestos de trabajo tales como los necesarios durante la construcción, el posterior mantenimiento, conductores, personal de seguridad; construcción de locales comerciales en paradas y estaciones; conexiones del servicio de guaguas desde otros puntos de la población hasta estos; ampliación del radio de movilidad del turista y por tanto de los ingresos y un largo etcétera. Supongo que también estamos de acuerdo que si estos beneficios no existieran, ninguna urbe en el mundo invertiría en estos proyectos, ¿no?
Bueno, entonces llegamos a Tenerife en nuestro recorrido. Como no podía ser de otra forma una isla que recibe tantos turistas al año (hecho innegable) y con una densidad de población tan importante como la mostrada en el recuadro (igualmente innegable), se han dado cuenta que precisan invertir en estos medios de transporte. Y claro, buena parte de su territorio está protegido y es una gran reserva ecológica (más innegable) y se han percatado que eso de invertir cada diez años en un nuevo carril es sus autopistas y autovías, pues no es tan rentable porque son una isla de tamaño reducido y no es cuestión de llenarla de alquitrán. Bueno, seguramente en aquella isla se han percatado, además, que aunque el tren y el tranvía ocupan espacio y destruyen territorio, lo hará en menor medida que la ampliación masiva de vías además de influir en el aumento de uno de los mayores parques móviles, y por tanto contaminación, de Europa. Se habrán percatado, por seguir aumentando la lista, que genera puestos de trabajo, riqueza, movilidad turística, creación de nuevos negocios y el mismo largo etcétera que reflexionamos para Málaga y Barcelona.
Y entonces, ¿qué pasa con Gran Canaria? Quizás nuestra isla tiene un clima intratable y está en el Mar del Japón (pues vaya, he mirado el mapa y somos españoles y además al lado de Tenerife). Bueno, quizás es que nuestra población no alcanza como la de ellos los 800.000 hab. (pues vaya, he buscado en la enciclopedia y también alcanzamos esta cifra). Quizás nuestra densidad de población es menor porque Gran Canaria es muchos más grande (que va, acabo de buscar y resulta que somos más pequeños y eso significa a la vez que somos más por Km2). Quizás es que como nuestra tierra no tiene ninguna riqueza ecológica y el espacio por tanto no vale para nada, podemos cada habitante de Gran Canaria comprarnos un coche y hacer cada diez años un nuevo carril en la GC-1 y otras vías, además de innumerables salidas y rotondas desde éstas a las zonas más pobladas (pues mira por donde he encontrado que tampoco es ese el motivo, porque una tercera parte de la isla es reserva de la Biosfera). Quizás es que no viene a visitarnos nadie de fuera y podemos pasar sin estos medios (pues va a ser que no y que nos visitan bastante, el otro día me acerqué por el Aeropuerto de Gran Canaria y resulta que aterrizan aviones del extranjero). ¿Y entonces?...

Me pregunto y ojalá ahora usted también: ¿Quién o quiénes son los que han dicho que en Gran Canaria no son factibles otros medios de transporte? Podemos discutir usted y yo qué medios son los más adecuados, o podemos discutir sus recorridos, o podemos discutir su estructuración e impacto medioambiental así como el acoplamiento al actual servicio de guaguas pero, por favor, que no nos digan que en esta isla no es viable, que no nos digan que no es rentable o anti-ecológico. Sólo hace falta un proyecto inteligente y acorde con el contexto actual de nuestra isla y el mundo, únicamente nos hace falta compararnos con el resto de europeos y darnos cuenta que la población más adelantada cuenta con algo más que la llave de un coche o el ticket, de precio exagerado, por un servicio de guaguas que no ofrece un mínimo a la altura de la isla (y no me mal interpreten, el personal de estas empresas es muy profesional pero de aquellos que lo han proyectado no puedo opinar lo mismo). No veamos normal viajar al extranjero, la península o ahora también Tenerife y comentar a nuestra vuelta con los vecinos eso de “vaya, que fácil es moverse por esta u otra ciudad” y luego arrancar nuestro coche o coger nuestro ticket de guagua y olvidarnos de desear para nosotros mismos lo que hemos encontrado o visto de otros lugares. Gran Canaria se merece más y mejores medios de transporte públicos: por su número de habitantes, su turismo, su economía en general, su condición de isla y de reserva de la biosfera y por la dignidad de cada grancanario y grancanaria.

Y ahora le pregunto otra vez, ¿Cómo calificaría, en su opinión, el transporte público en Gran Canaria? y ¿Lo considera usted acorde a la población de la isla, digno, rentable y ecológico?

martes, 1 de diciembre de 2009

ISLA AUTÓNOMA DE GRAN CANARIA: UNA NECESIDAD HISTÓRICA, NO UN CAPRICHO.

En la actualidad los grancanarios vivimos baja el amparo de una democracia joven y más o menos estable. Contamos con las ventajas que supone para la sociedad este “cobijo constitucional” así como la suerte de vivir en una de las potencias más importantes del mundo la cual, además, pertenece a las más importantes organizaciones bajo el techo de los más importantes pactos internacionales. Ante este hecho damos por ciertas verdades absolutas y no nos planteamos que otros sistemas puedan mejorar el actual, es más, tendemos los españoles en general a pensar que un cambio en nuestra norma fundamental, llamada Constitución, supone un fraccionamiento de aquello que se ha logrado hasta la fecha. Varias de las regiones que componen España desean un cambio, en un sentido u otro, de la actual Constitución para fortalecer sus propios intereses. Estos planteamientos, sean cual sean su objetivos, deben ser respetados y escuchados por todos, claro está, siempre que se hagan desde la buena fe y el diálogo, sin que la violencia quepa en sus planteamientos. Ninguna idea, por tanto, debe ser un problema al menos para escucharla. Sin embargo, esto no es siempre así y nosotros que planteamos la posibilidad de una Autonomía para la isla de Gran Canaria nos enfrentamos, desde un punto de vista objetivo, a un problema de difícil solución: el régimen actual no es parecido al que dio lugar a la separación Provincial de 1.927 y la consecución de una autonomía propia para la isla en la que vivimos pasa, indiscutiblemente, en encajar la misma en el artículo 143 de la Constitución Española de 1.978 y que a continuación paso a citar:

Artículo 143:

1. En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el artículo 2 de la Constitución, las provincias
limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las
provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos.
2. La iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las Diputaciones interesadas o al órgano
interinsular correspondiente y a las dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al
menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla. Estos requisitos deberán ser cumplidos en el plazo de seis meses desde el primer acuerdo adoptado al respecto por alguna de las Corporaciones locales interesadas.
3. La iniciativa, en caso de no prosperar, solamente podrá reiterarse pasados cinco años. (A excepción del supuesto del artículo 151 de la CE en lo que a este apartado se refiere.)

Hasta la fecha no hemos conseguido aquellos que defendemos la autonomía para Gran Canaria, que nuestro propio pueblo en su mayoría reconozca el distintivo que nos diferencia del resto de las islas del archipiélago canario. En primer lugar, la constitución en provincias, o en este caso en comunidades autónomas, de un archipiélago es herencia del sistema francés de época napoleónica en la que, erróneamente, se pretende englobar en un sólo territorio aquel que la naturaleza ha separado por mar. Es muy difícil mantener la equidad en un territorio fracturado incluso en el actual mundo globalizado, y menos aún si algunos, además, se aprovechan de este hecho y tantos otros para acrecentar su centralismo institucional, económico y social. Es pues necesario hacer ver al pueblo grancanario que su isla se diferencia del resto y que tal como dispone el artículo 143 de la CE, Gran Canaria cuenta con “características históricas, culturales y económicas” diferenciadas del resto de las Islas Canarias. Así pues Gran Canaria, desde prácticamente su conquista, ha sufrido un agravio comparativo de carácter histórico, cultural y económico respecto a Tenerife que ha impedido su desarrollo a un ritmo basado en la igualdad en todos los aspectos. Y son los hechos y detalles que suceden a diario los que debemos mostrar al grancanario y grancanaria de a pié para que éste sea capaz de entenderlos. Debemos aclararles que no queremos desunir Canarias sino que, simplemente, queremos dar nombre y apellidos a algo que siempre ha existido de fondo: una desunión total entre islas y muy especialmente entre Gran Canaria y Tenerife a favor de esta última. Éste debe ser el mayor de nuestros objetivos ya que si Gran Canaria no es capaz de despertar de su letargo político y enseñar el camino a su pueblo más difícil será, por no decir imposible, convencer en un futuro a largo plazo al político nacional que ocupa su escaño en las Cortes Generales en Madrid, así como al resto del pueblo español, que una “pequeña isla” dentro de un archipiélago remoto, cuenta con las “características históricas, culturales y económicas” suficientes para ser en sí misma una autonomía.

Es por tanto imprescindible la labor que están desarrollando las personas que trabajan el Partido de Gran Canaria Renovado, así como el empeño en la difusión que algunos realizamos sobre hechos que nos sumergen en un desarrollo cero para nuestra isla, y lo peor de todo, que ya entendemos como normal en nuestras vidas cotidianas. Pero no nos engañemos, todo movimiento y cambio político empieza y surge desde el pueblo por lo que debemos hacernos oír a través de aquellos medios que dispongamos así como de políticos que aún crean en la pasión de lo justo sin importarles su futuro personal. Escuchemos, leamos y aprendamos nuestra historia y comprendamos el presente a la vez que difundamos a todos el mensaje de Gran Canaria: una autonomía no por capricho, sino por un desarrollo que nos lleve a la élite europea que, no duden, somos capaces de alcanzar.

Samuel J. Cruz Delgado. 30-11-2.009