lunes, 19 de julio de 2010

Pero, ¿de quién son esas bragas?

COMO PODRÁN COMPROBAR, EN ESTAS ISLAS, ESTO SOLO ES LA PUNTA DEL ICEBERG, ASÍ QUE ESTAMOS ESPERANDO QUE SALGAN LAS CUENTAS SECRETAS DE LOS GASTOS DE TODA ESA MANADA DE POLITÉCNICOS DEL AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, LES PODEMOS ASEGURAR QUE SE QUEDARÁN ESTUPEFACTOS.

También los gastos de los grupos municipales que formaron la oposición en el Ayuntamiento de Santa Cruz entre 2003 y 2007 (PSC y PNC) fueron fiscalizados por la Intervención General en su ya famoso informe de mayo de 2007 (ver cuentas del PP y de CC en las ediciones del sábado y del domingo). El documento, que permaneció inédito durante más de tres años tras acordarse en la Junta de Portavoces que "se habían justificado las cantidades percibidas por todos los grupos", analiza los gastos ejecutados por ambas formaciones con la asignación concedida a los distintos grupos municipales para la financiación de sus tareas ordinarias. Tanto los gastos justificados por el PSC como los del PNC contenían defectos formales y de naturaleza del gasto que quedaron en agua de borrajas tras el arrinconamiento del informe realizado por la Intervención General, precisamente a raíz de una solicitud de Esther Sarrautte (PNC) cuando entró en el ayuntamiento al mandato siguiente.

La extraña financiación del Comité Local del PSC.- El Partido Socialista Canario (PSC) en el consistorio capitalino en el pasado mandato estaba formado por el portavoz y ex vocalista de Los Sombras, Manuel Santana, y los ediles Francisco Tovar (que también sería portavoz durante el mandato tras la renuncia de Santana), Inés Domínguez, Ramiro Cuende, María Asunción Pardillo y José Ángel Martín Bethencourt. Como todos los grupos, el del PSC disponía de una asignación mensual de 3.000 euros y 200 más por cada uno de las seis actas de concejal.

El análisis de los gastos que establece el informe de la Intervención determina que fueron presentados justificantes por importe de 161.402,70 euros, de los que el 88,96% corresponde al epígrafe "Asistencia técnica y servicios del Partido Socialista" (143.581,29 euros); el 5,15%, a "Viajes" (8.311,74 euros); el 3,93%, a "Comidas" (6.336,14 euros); el 0,99% a "Material de oficina" (1.601,32 euros); el 0,67% a "Regalos y otras atenciones" (1.083,72 euros); el 0,28%; a "Gastos diversos" (453,12 euros); y el 0,02%, a "Gastos bancarios" (35,37 euros).

Si algo diferencia los gastos del PSC de los del resto es la partida denominada de "pagos de contratos de servicios" (que constituye el 89% de los gastos). Se trataba de un acuerdo suscrito con la Agrupación Local del PSC en Santa Cruz por el cual su grupo municipal les debía ingresar una cantidad aproximada de 3.700 euros mensuales a cambio de asesoramiento jurídico, presupuestario, contable y urbanístico.

El informe de la Intervención General destaca que no se aportan las facturas de dichos gastos ni se describen los servicios realizados. Además, señala que entre los recursos con los que se pueden financiar los partidos políticos "no se encuentran las aportaciones de los grupos municipales". Aparte de esta curiosa fórmula de financiación interna, los socialistas también incurrieron en la consabida omisión de datos en las facturas o la presentación de facturas ilegibles. También utilizaron su asignación para alguna que otra "comilona" como una de doce comensales en El Tablón de la Canela por 581,80 euros.

El germen de la fiscalización de los gastos.- Por su parte, el Partido Nacionalista Canario (PNC) en Santa Cruz estaba entonces integrado por Guillermo Guigou, Ángel Isidro Guimerá y Odalys Padrón. Estos tres ediles fundarían Ciudadanos de Santa Cruz después de que la compañera Esther Sarrautte denunciara una supuesta falta de justificación de sus percepciones económicas en el consistorio. Según el informe, fueron presentados justificantes por 93.357,06 euros, de los que el 32,76% corresponde al epígrafe "Comidas" (30.581,33 euros); el 28,47% a "Gastos diversos" (26.583,24 euros); el 20,28% a "Asistencia técnica, servicios profesionales y suscripciones anuales" (18.932,03 euros); el 14,39% a "Viajes y estancias hoteleras" (13.432,82 euros); el 3,49% a "Material de oficina y libros" (3.257,64 euros) y el 0,61% a "Regalos y otras atenciones" (570 euros). El informe de la Intervención General subraya que "se desconoce el motivo de los viajes realizados fuera del término municipal" y en algunos casos "el gasto se acredita mediante las copias de las facturas cortadas por la mitad". Destaca la estancia en el hotel Contemporáneo por parte de dos personas que no forman parte del Grupo Municipal por 147,77 euros.

El estudio de los justificantes revela que los integrantes del PNC eran fieles a la tasca El Covacho con cuentas de hasta 900 euros en una "reunión de amigos".

Por otro lado, tampoco el PNC se libra de incumplir la prohibición de adquirir bienes de carácter patrimonial o servicios que no tienen nada que ver con la actividad del grupo: la instalación de un kit de manos libres por 31,50 euros; un servicio de lavado de vehículo por 4,20 euros o la compra de dos bolsos de vestir, uno de 20 y otro de cien euros.

Intervención también cuestiona varias mensualidades por alquileres de dos locales en Ofra -por un importe total de unos 2.500 euros-, puesto que no se justifica su finalidad para el grupo.

También figura en el informe un pendiente de oro como regalo para una tal Miriam, además de una cadena de oro de 55 euros reflejada cono gasto personal, un reproductor MP3 de 359 euros o la compra de un grabado de Elisabeth Friend, "Valleseco y el mar", por 600 euros, justificado mediante un recibo emitido por una entidad como la Comisión para la Defensa de la Playa de Valleseco, en el que, según Intervención, no se ha aplicado el tipo impositivo y que según el Libro diario se trata de "donaciones a plataformas, subvención sin seguir trámites legales". Otros gastos que cuentan con observación por parte de la Intervención son los 1.011 euros destinados a la adquisición de música, que se justifica con un tique que "refleja la compra de numerosos artículos, sin que se demuestre que no corresponde a un gasto personal".

Los gastos de párking y combustible también corrían a cuenta de la asignación municipal, pese a que Intervención reitera que "no es admisible ningún gasto por coche particular". Por último, también se detallan las facturas de un periódico y una bolsa de papas fritas (un euro cada uno). Se entiende que no disponían de dinero suelto en ese momento.

No se ha hablado de otra cosa este fin de semana en los corrillos veraniegos de políticos, periodistas y personal ávido de lo que se cuece en esta nacionalidad tan chiripitifláutica. La filtración de las cuentas del grupo municipal del PP en el periodo 2003-2006, correspondiente al mandato de Cristina Tavío, ha destapado una suerte de frivolidades y de mal manejo del dinero público que aconsejaría una urgente explicación de las personas que se ocuparon de estallarse ese dineral, a decir de la Intervención General del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. La primera pregunta que circula, como siempre, es acerca de la identidad de los autores de la filtración, malvados personajes que sólo enviaron a los medios informativos las cuentas del PP, ocultando las de las otras fuerzas políticas, particularmente CC y el PSOE. Por el texto anónimo que acompaña al documento de la Intervención, escrito con letras de molde tipo arial, cuerpo 18, bajo el título "De Tavío no me fío", estamos convencidos de que son compañeritos de ese mismo partido, esos que conforman, tras los amigos y los enemigos, el tercer grupo de personal conocido de cada individuo o individua de naturaleza humana. Pero la verdadera pregunta no debiera ser ésa, sino ¿de quién son esas bragas que, según la Intervención, fueron pagadas con dinero público? Los sesudos analistas se debaten entre la Tavío y Maribel Oñate.

Efectivamente, del análisis sesudo de las cuentas del PP municipal de Santa Cruz durante el mandato anterior a que llegara Ángel Llanos (a ver si lo van pillando, que empezamos a ser mayorcitos) se detecta que el 14 de abril de 2006 alguien compra en Benetton "dos prendas de ropa interior" que son posteriormente cargadas a la caja del grupo municipal. La Intervención General del Ayuntamiento escribe en su informe que "parece que es un gasto personal que no tiene relación con la actividad del grupo", una frase que se repite en multitud de ocasiones a lo largo de la auditoría. Cualquiera que conozca a las dos concejalas que pudieran tener relación con esa adquisición descartaría de plano que pudiera tratarse de prensas íntimas para Cristina Tavío, que si bien aparece en el informe gastando a espuertas en otros conceptos como viajes a Madrid, es incapaz de ceñirse bragas o sostenes que en total costaran 33,80 euros. Cabría por tanto atribuir esa inversión a su compañera Maribel Oñate, que en la misma tienda pagó 4,40 euros por un collar y una pulsera y también le pasó la factura al grupo municipal del PP.

Pero el grupo municipal del PP en Santa Cruz no estuvo compuesto en el mandato 2003-2007 sólo por Tavío y Oñate. Por allí pasó también un personaje que parece querer pasar a la gloria como un auténtico manirroto, Guillermo Díaz Guerra. Manirroto con pólvora del rey, por supuesto. El informe de intervención de las cuentas municipales del PP arroja datos bastante bochornosos que se atribuyen directa o indirectamente a este buen señor. Así, en marzo de 2006 se detecta el pago de 96 euros en El Corte Inglés de tres botellas de vino "a nombre de Guillermo Díaz Guerra, sin que se conozca su finalidad". También a su nombre y con el mismo enigma aparece el alojamiento de tres personas con desayuno, más dos circuitos termales en hotel Gran Tacande por importe de 130 euros. Bajo un muy sospechoso "varios", los auditores han encontrado un viaje de este concejal avalado por una factura pro-forma, con copias de facturas que superan el pago (750 euros) y un "cheque de pago manipulado". Debería ser el señor Díaz quien aclare eso y si también fueron para él los gemelos que, por importe de 200 euros, se compraron en julio de 2006 en la joyería Viera e Hijos. Pero, ¿qué verán algunos pueblerinos políticos en comprar gemelos con dinero del contribuyente, oye?

La relación de gastos sin justificar por el grupo popular en el Ayuntamiento de Santa Cruz incluye algunas llamativas rarezas, como una cena en el Gran Hotel Bahía del Duque a nombre de un señor identificado como José Luis Fernández Baíllo, cuya relación con el grupo municipal auditado desconocía la Intervención General al menos en el momento de redactar su informe. Pero hay muchas más cosas que requieren explicaciones urgentes: ¿de quién es el coche que se beneficia de continuos respostajes, lavados de carrocería, limpieza de inyectores, aparcamiento... hasta un importe total de 2.949,27 euros en el periodo auditado (2003-2006)? ¿Es propiedad del mismo que hace que con dinero público se le paguen también unos puros, comprados en abril de 2006 en la Fábrica de Tabacos La Vega Lagunera por 105 eurillos? Esperemos que no sea el mismo que estuvo comprando durante este tiempo ropa en Maya, en El Corte Inglés, en Massimo Dutti, en New London o en Harri's Men... Porque si así es, llevaba el coche y su figura humana hecha un pincel gracias a los impuestos de los ciudadanos.

No perdonaban ni una al sufrido contribuyente estos concejales del PP. Pasaban los gastos más insignificantes al grupo municipal para que éste lo pagara todo con la asignación que tenía atribuida. Hay desde un menú en el McDonald hasta la compra de seis cojines y seis asientos de silla de picos (72 euros); un "renovado de verano" de 25,90 en Cortefiel, un décimo de Lotería de 60 euros o una pieza de jamón de 20,63 en carnicería Julián. Nueve euros en zócalos, adquiridos en El Baño Barato o 5,40 empleados en unas hormas de zapatos compradas en Aguive. Una blusa de 19 euros en Zara o unas gafas Polo de Ralph Lauren en Maya Sol. Y, para que no faltara de nada, 1.575 euros a la empresa editora del periódico El Día por "la grabación de un acto" en el muy electoral año de 2003.

Informacion que pueden hallar en CANARIASAHORA.COM y en EL DIA.ES