lunes, 12 de enero de 2009

RECIBIDO POR E.MAIL

OTRA VEZ EL INDEPENDENTISMO

Después de la fracasada y ridícula pretensión independentista del "iluminado patriota" Antonio Cubillo Ferreira -apellidos de honda raigambre canaria-, que no se puede ni debe olvidar que empleó el terrorismo como coacción, colocando un artefacto explosivo en el aeropuerto de Gran Canaria, que mutiló a una inocente empleada de un establecimiento, y fue el responsable del pavoroso siniestro aéreo de Los Rodeos, el máximo ,hasta ahora, de la aviación mundial, aunque quizás se precipitara el director del aeródromo de Gando al ordenar su cierre obligando al desvío de las aeronaves que en él tenían su destino al chicharrerón, , vuelve a surgir un movimiento soberanista acaudillado por el esquizoide paranoico director de El Dia-rrea, don Pepone Rodríguez Ramírez, antigrancanario recalcitrante, que diariamente insiste en que el archipiélago canario es una colonia de España, que se apodera con ferocidad de nuestras "inmensas riquezas" (¿) y que tiene como viles servidores a los políticos grancanarios -canariones los llama despectivamente-, que acatan todos los dictados de la metrópoli madrileña.

Al delirante don Pepone hay que añadir a un individuo apedillado Concepción -su nombre no lo recuerdo( que presumo de origen palmero por su apellido), presidente de un fantasmagórico Movimiento Patriótico Canario, que ha dirigido escritos al Rey, al Presidente del Gobierno y al del Congreso de los Diputados "exigiendo" la descolonización y arrogándose la representación de todos los canarios, que no se la han otorgado en las urnas, único procedimiento legal y constitucional para ostentarla, y a una tal María Espinosa, "militante histórica" del independentismo canario, que afirma que con los ingresos generados durante un año por el aeropuerto Sur, o Reina Sofía, el Gobierno español pagó la exposición universal de Sevilla.

Pero en su obnubilación olvida que ese aeródromo fue construido por un Gobierno hispano con el dinero de todos los españoles, y que, además, mantiene operativo el peligrosísimo de Los Rodeos, invirtiendo en él millones de euros, también procedentes de todos los españoles -¿o es que los han costeado con dinero tinerfeñón?-, con lo que se produce el absurdo de que una isla pequeña, aunque sea la mayor del archipiélago, cuente con dos instalaciones aeroportuarias, hecho que no se da en parte alguna de España, ni en Mallorca, Madrid, Barcelona... con movimiento infinitamente superior.

Estos "iluminados" individuos -don Pepone, Concepción y María Espinosa- deberían limitar sus afanes independentistas a su isla, Chicharreronia, si sus habitantes están conformes con ellos, y dejar a los de las restantes ínsulas que tomen libremente su decisión.

Pero esta inane y estólida pretensión está condenada al máximo fracaso porque los canarios españoles, que somos mayoría, como ha quedado demostrado palmariamente, no toleraremos que nuevamente media docena de "patriotas" nos liberen del "yugo hispano", que sufrimos con la "ayuda de Canaria", isla que por el adjetivo Gran antepuesto, que indebidamente usa, según el esquizofrénico director de El Dia-rrea, "desune" (¿) al archipiélago.

En cuanto a nuestras "inmensas riquezas" supongo que se referirá a los numerosos y grandes yacimientos de minerales, piedras preciosas, petrolíferos, etc, que proliferan en Canarias y que explotan para su beneficio los colonizadores, los desconozco.

Estos "iluminados patriotas" demuestran no tener la más remotísima idea de lo que es una colonia, que la Real Academia de la Lengua española, entre otras muchas acepciones que no hacen al caso que nos ocupa reseñar, define como "Territorio fuera de la nación que lo hizo suyo y ordinariamente regido por leyes especiales" y "Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera".

¿Es este el caso de nuestro archipiélago? Obviamente que NO, porque si es evidente que geográficamente está fuera de la península, política, cultural y socialmente forma parte de España y no está regido por leyes especiales sino por las mismas de la "metrópoli", y además es palmario que no está dominado por una potencia extranjera, ya que es una autonomía más de la nación española, con los mismos derechos y obligaciones que las demás. Si no es así, que lo demuestren fehacientemente.

Por otra parte no es cierto que nos estén esquilmando las "inmensas riquezas" que poseemos. Eso sucedió cuando la feroz tiranía franquista, que se apoderaba con voracidad de las divisas generadas por nuestros exportadores plataneros y tomateros y las enviaban a Cataluña y Vascongadas -que ya no lo recuerdan- contribuyendo a su progreso de forma importante mientras aquí estábamos en la miseria.

Esto no lo alegan estos independentistas de pacotilla, a su cabeza don Pepone, franquista acérrimo -El Dia-rrea fue el órgano de prensa del "Movimiento" en aquella provincia-, como también parecen desconocer, o lo ocultan con premeditación y alevosía para embaucar a los ignorantes, que todos los actuales canarios somos consecuencia de la conquista castellana -si Canarias hubiera sido conquistada por otra nación europea o africana nosotros no habríamos nacido, esto es elemental- y que nuestra cultura -con excepción de lo poquísimo que se ha conservado de la aborigen, muy admirable, interesante y respetable, especialmente la grancanaria, la más avanzada y perfecta- no es Amazig, como afirman algunos "nostálgicos", sino española y por ende europea -así como nuestra sociedad-, que ha producido figuras tan relevantes, algunas universales como:

Benito Pérez Galdós y Alfredo Kraus Trujillo, ambos palmenses y por tanto grancanarios, como Cairasco, Viana, Viera y Clavijo, Agustín de Bethencourt, Luján Pérez, Juan de Miranda, Ponce de León, Fernando León y Castillo, Néstor Martín-Fernández de la Torre, Tomás Morales, Saulo Torón, Alonso Quesada, Juan Negrín López, Justo Jorge Padrón, Oscar Domínguez, Antonio Padrón, César Manrique, Manuel Millares Sall, José Dámaso, Martín Chirino, Plácido Fleitas, Manuel Bethencourt, Eduardo Gregorio, Teobaldo Power, Juan José Falcón Sanabria, Pedro Espinosa, Antonio Rumeu de Armas, Matías Díaz Padrón, Alfredo Herrera Piqué, Francisco Martín Vera y varios más intelectuales, científicos, artistas, escritores, poetas... cuya relación sería prolija.

Don Pepone y sus fanáticos seguidores se niegan a admitir que la mayoría de los canarios se sienten españoles al mil por mil, como lo demuestra irrefutablemente el júbilo y la algazara con que celebran los éxitos deportivos internacionales hispanos, tanto individualmente como en selección.

Y quede absolutamente claro que no apruebo ni justifico las crueldades cometidas por algunos de los conquistadores, que condeno severamente, sin admitir atenuantes. Por ello he reclamado reiteradamente que el nombre del sanguinario exterminador Pedro de Vera sea erradicado de la calle a él dedicada en Las Palmas de Gran Canaria.

Es un sarcasmo que don Guillermone, autor del libreto de la ópera de Juan José Falcón Sanabria, "La hija del Cielo", lo presente como un pacificador. No ha habido en la larguísima historia de la humanidad, desde el principio del hombre, una sola conquista incruenta, porque ningún pueblo o tribu acepta ser sometido por otro y el invasor reprime violentamente la resistencia de los invadidos.

Desgraciadamente esto ha sido y es así y escasas naciones -si las hay- están exentas de esta terrible culpa. Los independentistas acusan a Fernando Guanartene, o Tenesor Semidán, de traidor a su pueblo por su pacto con los Reyes Católicos.

Yo estimo que fue víctima de sus circunstancias -Ortega y Gasset se definió: "Yo soy yo y mis circunstancias"- y un hombre realista que evitó el exterminio masivo de los aborígenes, ¿Habrían preferido que en Ansite se hubiesen repetido Sagunto y Numancia?

Si considero un dislate su nombramiento de Hijo predilecto de Gáldar a título póstumo. No quiero creer que nuestros "libertadores" estén vinculados a ese grupejo pro marroquí denominado Frepic-Awañac, que, subvencionado por Marruecos, de cuando en cuando nos ofrece hilarantes comunicados en los medios de difusión, pagados, por supuesto, por su patrocinador, aunque hace algún tiempo que no aparecen.

Estos separatistas nuestros están obcecados en repetir en Canarias los mismos errores cometidos en Hispanoamérica por los mal llamados "libertadores" o "próceres", todos criollos no aborígenes, entre ellos el ineptísimo Simón Bólivar, que amenazó: "Españoles y canarios contad con la muerte", y ordenó asesinar a inocentes e indefensos civiles.

Y a este sanguinario sujeto se le ha erigido un monumento en nuestra ciudad, en el mal llamado Parque romano -que de tal sólo tiene una columna de imitación- y se le ha rotulado una calle. ¿Porqué? ¿Qué méritos contrajo con esta isla y su capital para estas distinciones? Absolutamente ninguno.

Los independentismos y nacionalismos no tienen razón de ser en la actual España de las autonomías, con amplísimas competencias en todos los órdenes, y son totalmente nefastos porque exaltan al máximo pseudovalores nacionaleros, que inoculan como un veneno a un pueblo ignorante que se fanatiza.

Ahí está como lamentable ejemplo del absurdo la terrorista y asesina banda ETA, neonazi, que pretende "liberar" al "oprimido" pueblo vasco, así como el grotesco "iluminado" Carod Rovira, hijo de un guardia civil aragonés apellidado Pérez, que ha suprimido por vergüenza de su origen paterno no catalán, que también pretende la "Patria catalana" (Boccacio, Dante y Petrarca censuraron duramente a los catalanes por su avaricia y rapiña).

Tanto los independentistas vascos como los catalanes olvidan intencionadamente que la mayor parte de su buen nivel económico proviene de la venta de sus productos a las restantes comunidades españoles.

Si dejaran de adquirirlos, entre otros razones porque en los demás países de la Unión Europea se pueden conseguir de superior calidad y quizás más baratos, ¿de que vivirían? Ya tuvimos un ejemplo cuando la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, propuso el boicot al cava. Rápidamente, los productores de esta bebida obligaron al "eximio" Carod Rovira a rectificar, quedando en el mayor de los ridículos con su catalanismo a ultranza.

Estos "soberanistas" chicharrerones, con inclusión de algún también "iluminado" grancanario, acaudillados por don Pepone, que se limiten a Chicharreronia, si los dejan y no se arroguen la representación de todos los canarios. Y de obtener esa independencia, ¿de que viviríamos? ¿Dónde están nuestras "inmensas riquezas" que solucionarían todas nuestras necesidades? ¿Tendríamos suficiente con los ingresos por el turismo, que es oscilante, porque la agricultura está cada vez más en recesión, principalmente el plátano y el tomate? Hay que ser ilusos y estúpidos para creer que somos autosuficientes para abastecernos.

Lo pésimo es que El Dia-rrea, si realmente es el periódico más leído en Tinerfeñona -don Pepone se jacta que en Canarias-, puede captar algunos miles de adeptos que crean como dogma de fe las insensateces de su director, Concepción y Espinosa, y alguno más, y se adhieran a su demencial causa. Yo respeto la libertad de expresión, pero no es admisible en modo alguno la incitación a la rebelión contra el Estado español y las acusaciones de opresión y expolio -que no siento en modo alguno, y como yo cientos de miles de canarios- que anidan en su calenturientas mentes.

Cuando un periódico se convierte en líbelo ha de ser sancionado o clausurado sin contemplaciones por la autoridad competente en el uso legal de sus funciones. Que no se invoque como atenuante la demencia porque un loco peligroso puede matar y eso hay que impedirlo retirándolo de la vida pública y recluyéndolo en el centro hospitalario correspondiente porque suelto constituye un peligro para la sociedad.

Y esto es lo que DEBE HACERSE con don Pepone, inhabilitarlo para evitar que siga vertiendo su ponzoña a los canarios, principalmente a los chicharrerones, que son sus más numerosos lectores, -que si lo leen es que se identifican con sus postulados-, y con su perverso odio hacia Gran Canaria y España.

En mi opinión su actitud es delictiva y está contemplada nítidamente en el artículo 510 del Código Penal, especialmente en el apartado 2. Ya es hora de adoptar las medidas legales pertinentes para poner punto final a este constante ataque a la Constitución y a la dignidad de los grancanarios, sistemáticamente vilipendiada y escarnecida por este grotesco individuo, baldón del periodismo tinerfeño.

Carmelo Dávila Nieto

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