martes, 3 de enero de 2012

¿REINVENTAR LA ISLA?

El título de este artículo, sin los interrogantes que son míos, lo he tomado del programa de la exposición "Artistas Canarios en la colección del CAAM (...dos generaciones)", que se estará exhibiendo hasta el 20 de Mayo de este nuevo año de 2012, en SAN MARTÍN CENTRO DE CULTURA CONTEMPORÁNEA.

La presentación, que no tiene firma por lo que habrá que atribuírsela a la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, está redactada en tono triunfalista y ampuloso, que voy a reproducir en su totalidad porque no tiene desperdicio: "La colección CAAM nace como fruto de las adquisiciones que durante décadas el Cabildo de Gran Canaria realizó y que ingresaron en sus fondos, que junto al Fondo Martín Vera (¿cómo adquiriría las obras este sujeto? Sería interesante investigar sobre esto, sugiero yo) dieron forma a los cimientos de la Colección que más de medio siglo después se ha articulado como una de las más sólidas del Sur de España (¿?). Tras la creación del Centro Atlántico de Arte Moderno a finales de 1989, dichos fondos se integran en la estructura museística (¿?) que hoy día los alberga, siendo esta base de artistas fundamentalmente canarios el punto de partida de nuestra idea de Modernidad, la raíz de la ideología sobre la que se argumentó el Centro y sobre la que todavía se mantiene, ya que Canarias en sí es un periférico territorio geopolítico, políglota -culturalmente hablando, mezcla de identidades varias, autóctonas, y migratorias-, un fragmento de la Europa más trasatlántica y plural. Como segundo paso en el proceso de crecimiento de nuestra colección se sumaron de manera inmediata nombres de la vanguardista generación española del Grupo El Paso, que acompañaron a los creadores contemporáneos del panorama plástico insular. Así ha sido en el transcurso de más de dos décadas en las que se incorporaron obras de artistas europeos, africanos y latinoamericanos, bajo el ideológico concepto fundacional de la ‘tricontinentalidad', tomando finalmente direccionalidad de este modo, lo que más tarde se ha ido conformando como la Colección CAAM. Tras estos dos primeros momentos iniciales, en el año 2002 el CAAM adquirió gran parte de la ‘Colección APM' (¿En qué consistirá esta colección? Soy visitante asiduo de las exposiciones y no la conozco, como tampoco personas vinculadísimas a la pintura y escultura a las que les he preguntado) donde se añadieron a los fondos del museo (se continúa insistiendo en que el CAAM es un museo cuando no es otra cosa que un edificio de exposiciones temporales) gran parte de artistas de la generación de los setenta, además de obras nacionales e internacionales de primera línea (¿?). Como de primera línea fueron las adquisiciones de la ‘Memoria del Papel' (absolutamente desconocida también), ese mismo año.

De esta manera, desde la colección se le ha prestado una especial atención al arte producido por los artistas canarios -línea de investigación ideo-estética y quehacer museológico (¿Qué se querrá expresar con esta pedantesca fraseología pseudofilosófica?) Que no ha abandonado desde su fundación-, y ésta ha sido una constante que se entronca con los principios tricontinentales y con los objetivos prioritarios de restaurar, catalogar, exhibir, difundir y contextualizar el arte contemporáneo en Canarias y desde Canaria. Cuidadosa atención de la que quiere ser eco la actual muestra REINVENTAR LA ISLA I Artistas Canarios en la Colección CAAM (...dos generaciones), donde se exhibirán obras que dibujan las líneas cartográficas por las que se trazan las coordenadas artísticas del archipiélago canario desde nuestra visión de la Modernidad -donde el Surrealismo y el Indigenismo tuvieron un radical protagonismo en las islas- hasta los comienzos de la Post-Modernidad; haciendo visibles los fondos de artistas canarios más emblemáticos de la Colección, para sacar a la luz las rarezas, exquisiteces, u obras menos vistas, las más inéditas, muchas de ellas restauradas y exhibidas por primera vez en esta ocasión desde una perspectiva museológica (¿?); las cuales convivirán junto a otras piezas más divulgadas y quizás obvias, ofreciéndose así una nueva mirada sobre estas obras, las cuales reinventarán nuestras nociones identitarias insulares. Una diversidad insular que en la Colección CAAM tiene su mejor resguardo. Una Colección que ha terminado -hasta ahora- en una suma de dos mil quinientas obras, entre las que encontramos papeles, obra gráfica, múltiples, pinturas, esculturas, objetos, fotografías, vídeos e instalaciones.

Prólogo de nuestro presente, esta mirada museológica (¿?), instaurada desde la pluralidad colectiva del Departamento Artístico del Museo (se sigue insistiendo en el disparate), esta observación puntual sobre el pasado artístico canario (que por lo expuesto comienza con la modernidad, anteriormente no hubieron artistas interesantes e importantes), será y es la mejor metódica reflexiva para comprender nuestro futuro" (Que, por lo escrito, no nos será posible entender sin la Colección CAAM, como si fuera una pitonisa. ¡Cuanta retórica hueca!).

En absoluto estoy en contra de que las obras más representativas de los pintores y escultores canarios en general, y grancanarios en particular -si son esas que posee el CAAM- se exhiban al público junto a las de europeos, africanos e iberoamericanos -rechazo rotundamente latinoamericanos por razones obvias- si realmente son de calidad, sobre la cual tengo razonables dudas porque las exposiciones que desde hace muchos años se muestran en el CAAM, salvo escasísimas excepciones, han sido verdaderas basuras porque amparándose en la modernidad y la contemporaneidad se han introducido multitud de mediocridades y nulidades "artísticas" que, inexplicablemente, han sido recibidos como grandes creadores -por ejemplo Manolo Millares con sus toscas y groseras arpilleras, que se imitan fácilmente y se certifican como auténticas (tenemos en casa una bonita acuarela de su primera época), quizá por la ignorancia de los responsables de los centros, o por una estupenda publicidad que los proclama como "genios", o por otras inconfesables razones que de conocerlas sus admiradores les provocarían la máxima indignación puesto que en el "arte" -con minúscula- de nuestra tan confusa época abunda la impostura. De todos modos, tampoco esta tan sublimada exposición es como para tirar voladores ni para lanzar las campanas al vuelo.

Lo que no entiendo en modo alguno -quizá sea por mi torpeza- es de que manera esta muestra de la Colección CAAM puede "Reinventar la isla", título totalmente pretencioso porque nuestra isla no necesita ser "reinventada" porque, obviamente, no ha sido "inventada" con anterioridad a esa exposición; lo que urgentemente precisa es que nuestros ineptos políticos se ocupen y preocupen por ella y luchen con el máximo denuedo para que recupere el potencial económico que tradicionalmente tuvo y su condición de centro del archipiélago que por derechos históricos le pertenece indiscutiblemente, aunque para lograrlo haya que romper esta Comunidad Autónoma gobernada por ATI -su declarada enemiga- disfrazada de Coalición Canalla -en la que están integrados grancanarios y grancanarias traidores políticos, a los que hay que añadir los de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria de Román Rodríguez, que después de tantas durísimas críticas terminó pactando con aquella- y con la colaboración de los partidos nacionales, primero el PP y ahora el PSC -la filial canaria del PSOE-, cuyo Secretario General, José Miguel Pérez, vicepresidente del Jodierno Atinómico -anteriormente presidente del Cabildo de Gran Canaria- ha consentido que Santa Cruz de Chicharrelandia haya sido declarada ciudad turística y Las Palmas de Gran Canaria no, teniendo ésta más camas hoteleras que aquella, y constituir la nuestra independiente, a la que pueden unirse las islas que así lo deseen sus representantes públicos. Pero, llevado de mi ardor patriótico grancanarista, me estoy apartando del tema principal de este artículo que es la exposición de san Martín Centro de Cultura Contemporánea.

Exponía que no me opongo en principio a la exposición de obras destacadas de relevantes artistas canarios para que, a más de nosotros, nuestros visitantes puedan contemplarlas y comprobar que aquí existe desde hace siglos una importante inquietud artística, pero si lamento que el exhospital de san Martín haya sido destinado EXCLUSIVAMENTE a Centro de Cultura Contemporánea, y las manifestaciones artísticas precedentes a ésta hayan sido totalmente preteridas. Esto es como erigir un edificio empezando por la azotea sin colocar los cimientos y los pisos, un auténtico dislate. Además se malogra una oportunidad extraordinaria para la creación de un Museo de Bellas Artes que albergue obras de destacados pintores y escultores nacionales -incluidos, por supuesto, los canarios- y foráneos de otras épocas y escuelas, que ciudades españolas y extranjeras de menor importancia que la nuestra poseen como he podido comprobar en mis viajes; entre las hispanas, por citar un par de ellas, Santa Cruz de Tinerfelandia y Oviedo, y en nuestra isla me han informado que Arucas tiene uno municipal, así que tendré que enterarme de la veracidad de su existencia para visitarlo; en nuestra capital únicamente está el Museo de Arte Sacro de la Catedral de Canarias pues La casa de Colón, aunque exhibe algunas pinturas, tiene como principal objetivo, como su nombre indica, rememorar las estancias del Descubridor de América en Gran Canaria.
Así nos encontramos con que una ciudad de casi 400.000 habitantes, la principal del archipiélago canario, carece de un Museo de Bellas Artes. Quizá los responsables de Cultura del Cabildo de Gran Canaria o del Ayuntamiento de la Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria aleguen que no cuentan con capital para acometer tal empresa, pero si lo tiene el Cabildo para subvencionar a una sociedad anónima como la Unión Deportiva Las Palmas y al equipo de baloncesto Gran Canaria, para terminar una de las torres del Estadio de Gran Canaria (el mausoleo de Gonzalo Angulo), que, según he oído, será la sede del equipo de balompié (dicen "que representativo nuestro", no de mí, por supuesto) y de su emisora de radio; y para construir un nuevo pabellón de deportes para la celebración de algunos partidos de unos campeonatos de baloncesto, no sé si de Europa o del Mundo.

Y quiero dejar suficientemente claro que no me opongo a la protección del deporte -fui deportista en mi juventud, principalmente natación, gimnasia, senderismo y también balompié playero, jugando generalmente de portero a pesar de mi acusada miopía pero tenía buenos reflejos, y actualmente hago bicicleta estática y algunos ejercicios gimnásticos acordes con mi edad así como algunas caminatas por el campo- que tiene miles de seguidores -principalmente el balompié (el que más) y después el baloncesto- que pagan sus impuestos y quieren que se les atiendan sus aficiones mayoritarias, aunque numerosos jugadores sean foráneos, extranjeros sobre todo -esto sucede en casi todas las naciones-, sin embargo la natación y el atletismo no reciben similar trato. Y nuestra lucha canaria -que ya practicaban los aborígenes- está totalmente desprotegida y casi al borde de la desaparición porque no hay estímulos económicos para los luchadores. También habemos muchos -lamentablemente no tantos- que igualmente pagamos nuestros impuestos y deseamos contar con un Museo de Bellas Artes en toda regla para completar nuestra oferta cultural pues tenemos a la Sociedad Filarmónica -más que centenaria, la más antigua de España-, los Amigos Canarios de la Ópera, los Amigos Canarios de la Zarzuela, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, la Orquesta Sinfónica de Las Palmas y varias agrupaciones corales; las escuelas locales de danza o ballet parece que se encuentran en una fase de decadencia aunque nos visitan con cierta frecuencia compañías extranjeras, sobre todo rusas -la Música está muy bien representada y como crítico musical, y por ende melómano, me congratulo por ello- y no menciono al Festival de Música de Canarias porque su celebración depende del Jodierno Atinómico.

El eminente investigador pictórico -de prestigio internacional- y Conservador Jefe del departamento de pintura flamenca y holandesa del Museo del Prado, Matías Díaz Padrón -Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria-, ha ofrecido generosamente, en más de una ocasión, su desinteresada colaboración para conseguir obras pictóricas y escultóricas de acreditados artistas nacionales y extranjeros a precios muy asequibles, pero hasta ahora ha recibido como respuesta el más absoluto silencio por parte de los responsables de Cultura de nuestras corporaciones así como del Alcalde de la capital y del Presidente del Cabildo. Por ello expreso mi profunda decepción por la actitud de estos políticos, y particularmente de los del Cabildo de Gran Canaria, que creerán haber logrado un importantísimo hito histórico con "San Martín. Centro de Cultura Contemporánea", y mi máxima censura por no preocuparse por la creación de un Museo Insular de Bellas Artes.

Carmelo Dávila Nieto