jueves, 3 de mayo de 2012

LA AUTONOMIA, UNA NECESIDAD URGENTE PARA EL PROGRESO DE GRAN CANARIA (Y III)

Y una vez más -son tantas que es casi imposible calcular su número- han situado playas de Gran Canaria (Las Canteras, El Inglés, Maspalomas, y últimamente Anfi del Mar) en Tenerife, en folletos propagandísticos de esa isla distribuidos en agencias de viajes nacionales y extranjeras. El actual Consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, Melchor Camón Torres, cree que son "despistes" o "errores", y que allá hacen más propaganda de su isla -incluyendo en ella nuestras playas-, que aquí de la nuestra. Esto está sucediendo desde tiempos inmemoriales y con absoluta premeditación por los chicharrerones. De este modo, engañando sin escrúpulos a los turistas, Tenerife, con las playejas de su Sur, recibe dos millones de visitantes más que Gran Canaria. Lo que no se comprende es que los engañados no protesten por el fraude y lo difundan en los medios de comunicación de sus respectivos países para conocimiento de sus compatriotas. Este Consejero de Turismo de nuestro Cabildo debería exigir la rectificación de esas apropiaciones a quien corresponda y ejercer las pertinentes denuncias que procedan, incluso en el aspecto judicial si así estuviera contemplado en la ley. Pero estos ineptos políticos no van más allá de unas simples quejas, como las del actual Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, perteneciente al PP: "Gran Canaria siempre sale perjudicada en turismo" y "La Consejería de Turismo está en Las Palmas de Gran Canaria, pero está dirigida por tinerfeños eso explica lo que está ocurriendo". Pero no se va más allá. Tenemos que exigirles una enérgica acción contra esos despojos de nuestras bellezas naturales, principalmente las playas. Día llegará en que pongan la gran caldera de Tejeda, con el Roque Nublo incluido, en Tenerife. Y estos "despistes" o "errores" se producen también en las agencias de viajes de la península, seguramente "involuntariamente", como en una de Barcelona en la que un matrimonio grancanario residente en esa ciudad fue a adquirir sus pasajes de avión para venir a su isla, y le dijeron: "¿Para que van a esa isla tan fea y con una capital tan horrible? Vayan a Tenerife, que es preciosa, y su capital una maravilla"; está de más decir que replicaron adecuadamente, que no compraron los pasajes y que se marcharon indignados. O en otra de Madrid, ante la que pasaron unos jóvenes también grancanarios y vieron en el escaparate una gran fotografía de las dunas de Maspalomas con la indicación Tenerife; entraron para precisar que pertenecen a Gran Canaria, y los insultaron. A la hermana de un querido amigo, grancanaria, obviamente, residente en Barcelona, también le dijeron lo mismo sobre nuestra isla cuando fue a adquirir su pasaje para venir acá. La hija de otro querido amigo me contó que a un amigo de su padre, también en una agencia de Barcelona, cuando pidió su pasaje para Gran Canaria y la reserva de habitación en el hotel santa Catalina, le hablaron pésimamente de nuestra capital -que él ya conocía- y que fuera a Santa Cruz, y además que la zona del hotel referido -en el que ya se había hospedado en una ocasión anterior- era un centro de prostitución; asombrado por esto, telefoneó a nuestro común amigo y le refirió lo que le habían dicho en la agencia, que el grancanario le informó que era una calumnia. Tendría yo unos 11 años, cuando un día, mi padre, que trabajaba en el Registro de la Propiedad y era el sustituto del Registrador, llegó a casa, a la hora de almorzar, muy alterado; mi madre le preguntó la causa de su estado, y él le respondió que el sustituto del Registrador de un Registro de la Propiedad de una ciudad peninsular se presentó en la oficina del de nuestra ciudad para saludar a su compañero y demás personal, pues había viajado a nuestras islas para conocerlas, y le contó que en el de Santa Cruz, donde había estado primeramente, trataron de convencerlo para que no viniera a Gran Canaria porque era una isla fea y la capital horrible con una birria de puerto, y no comprendía porqué habían tratado de engañarlo y porqué unos canarios denigraban a otra isla del mismo archipiélago, habiendo comprobado la falsedad de lo que allá le dijeron por lo que estuvo a punto de creérselo y desistir de su venida; este hecho que relato ocurrió hace 65 años aproximadamente, pero quedó grabado para siempre en mi infantil memoria. La Diputada chicharrerona por Coalición Canalla en el Congreso, Ana Oramas, aseveró que "las mujeres grancanarias se prostituyen para jugar al bingo". Unas jóvenes que conocí cuando iba a examinarme de Derecho en la Universidad de La Laguna, vinieron en una ocasión para acá y las paseé en automóvil por la isla, quedando admiradas por la playa de Las Canteras -en aquella época las del Sur estaban sin descubrir- y sorprendidas por la vegetación de nuestros campos pues tenían la creencia generalizada de que Gran Canaria era totalmente árida, mentira infundida por quien todos sabemos; les gustó tanto la isla, la capital y Las Canteras, que repitieron sus visitas varias veces. Toda esta contrapublicidad de las agencias de viajes me ha sido referida por los protagonistas y por sus familiares y amistades grancanarias. ¿Creerá también el señor Camón, que son "inocentes despistes", o que es una campaña perfectamente planificada para desprestigiar a Gran Canaria, comprando a agencias de viajes y medios de comunicación, incluso europeos, que demuestran con su vil cooperación su absoluta carencia de profesionalidad? No tengo la menor duda sobre la veracidad de la segunda. ¿Viviría alguno o alguna de las personas que están escuchando mi disertación en la misma casa con un hermano o hermana que continuamente les estén desprestigiando, insultando y calumniando ante otras personas, sean o no conocidas; que se apropie de sus pertenencias más queridas, como joyas y vestidos y los exhiba como propios; que quiera ser la cabeza de la familia y poseer todos los caudales, invocando la "unidad familiar"? Creo que no, que por dignidad se marcharían. Entonces, ¿porqué Gran Canaria ha de continuar integrada en una comunidad autónoma en la que es constantemente denigrada, difamada y desprestigiada, a más de expoliada monetariamente, por una isla "hermana" que pretende ser la hegemónica utilizando toda clase de males artes, como apropiándose de sus playas más importantes para presentarlas como suyas en la publicidad turística? No hay una respuesta convincente que justifique esa degradante permanencia, por lo que no queda más opción que marcharse. Y no admito que se alegue que se produciría la ruptura de la "unidad regional", porque no existe. Yo aceptaría una única Comunidad Autónoma Canaria si, como propuso en la II República el abogado, exalcalde y exgobernador civil de Las Palmas, don Nicolás Díaz-Saavedra Navarro, en representación del Partido Federal, en la asamblea celebrada el 6 de Julio de 1936 en la Federación Patronal de Comerciantes, bajo la presidencia de don Rafael Martín-Fernández de la Torre, a la que asistieron los presidentes de las Mancomunidades de Cabildos de Las Palmas y de Santa Cruz de Tenerife, señores Alonso e Yllada, la Capitalidad y el Parlamento se alternaran entre las dos islas principales, o sea cada institución estaría cuatro años en cada capital provincial, pero que no coincidieran las dos en una para evitar la concentración del poder político total -como ocurre actualmente en Santa Cruz-, o si no la Capital en una isla y el Parlamento en otra, que sería menos costoso, máxime en la actual situación de crisis económica, y además un reparto equitativo de las consejerías y organismos, incluida la Audiencia de Cuentas. Para conseguirlo es necesaria la reforma del Estatuto de Autonomía en tal sentido. Pero esto es una utopía porque los áticos no accederán ya que su objetivo es conseguir para Tenerife el poder absoluto sobre el archipiélago, que no región. Por lo tanto, a Gran Canaria no le queda otra alternativa que la de su autonomía.
Para que la U. D Las Palmas ascendiera a la Primera División por segunda vez, hace muchísimos años, solamente necesitaba un punto para lograrlo directamente porque se proclamaría campeón de Segunda División. En el último partido de la liga tuvo que enfrentarse al C.D Tenerife, y el resultado fue empate a cero, con lo que consiguió su objetivo. Antes de celebrarse el encuentro, la prensa y radio chicharrerona fomentaron un ambiente hostil al equipo grancanario, llegando al extremo de producirse concentraciones ante el hotel donde se hospedó, recibiendo abucheos e insultos de la masa, e incluso "damas de la buena sociedad" santacrucera interpretaron una sonora pitada con los silbatos y pitos que portaban. Durante el partido sucedió lo mismo, y cuando finalizó con el resultado susodicho los jugadores del equipo chicharrerón no felicitaron a los del grancanario por su ascenso, y además, la mayoría de las personas que fueron entrevistadas por los cronistas deportivos de nuestros periódicos y emisoras radiofónicas, contestaron que habrían preferido que ascendiese un conjunto peninsular. Desde hace más de cuarenta años dejó de interesarme el balompié, y ni siquiera veo los encuentros televisados aunque intervenga la selección nacional, y me ha dejado totalmente indiferente que se haya proclamada campeona de Europa o del mundo; es un "deporte" que no soporto, aunque fuera aficionado en mis años juveniles. Si he traído a colación este "derby" -como se denomina actualmente- regional es para mostrar, una vez más, el "cariño" que nos tienen nuestros "hermanos" chicharrerones. No obstante estas vilezas, no odio a Tenerife -en mí no cabe ese abominable sentimiento (ni siquiera odié al tirano Franco), -lo máximo que siento es antipatía o desprecio-, la he recorrido varias veces en coche, y he dado la vuelta a la isla, llegando a sus lugares más recónditos, excepto Mazca, por su difícil acceso; es una de mis frustraciones junto con la bajada a la Caldera de Taburiente. En mi última visita, harán unos cuatro años, quedé horrorizado por los atentados ecológicos cometidos en el Norte, y particularmente en el que fuera hermoso valle de La Orotava -que entusiasmó a Humboldt-, plagado de urbanizaciones que lo afean; la guía de la guagua turística en la realicé el paseo, exclamó indignada: "Aquí no hay más que cemento, cemento y cemento".
Cuando veo fotografías de las manifestaciones y concentraciones multitudinarias que se realizaron en nuestra ciudad, a las que asistieron numerosos lanzaroteños y majoreros, y la presencia de muchísimos jóvenes -entre ellos mi padre- inflamados de fervor patriótico, para reclamar la división provincial, y también las de la magna manifestación por nuestra Universidad -en la que participamos mi esposa y yo-, alentadas por una prensa patriótica, experimento al mismo tiempo envidia por aquellos memorables acontecimientos y una enorme frustración por la inepcia de nuestros políticos -sin distinción ni excepción de partidos-, que no cumplen lo que prometieron en las campañas electorales de defender nuestra isla y contribuir a su progreso, NO ACEPTAN QUE ESTÁN A NUESTRO SERVICIO- y no al revés- porque para eso les concedimos nuestros votos, y no admiten las críticas o censuras a sus errores -voluntarios o involuntarios-, olvidando que están inexorablemente sujetos a ellas y tomando represalias contra los que las efectuamos; y por la apatía y el pasotismo de nuestra juventud, que no comprende, o no quiere comprender, que está en juego su futuro y el de sus descendientes; pero no toda la culpa se la imputemos a ella ya que en una importantísima parte le corresponde a nuestros medios de comunicación, principalmente a la prensa que casi nada hace para que tome conciencia de la gravísima situación en que se encuentra Gran Canaria por las tropelías que sufre por parte del Gobierno Atinómico y del descarado y antiestatutario trato de favor a Tenerife. La Provincia nada tiene que ver con la fundara don Gustavo Navarro Nieto, ni con la de algunas décadas atrás, antes de que la adquiriera un valenciano, Moll de Miguel, que también es propietario de La Opinión de Tenerife, y por lo tanto no le interesa que se produzcan enfrentamientos, por ello a todo lo más que se atreve la dirección de La Provincia es a dar unas escuetas noticias de los perjuicios que sufre nuestra isla y su capital cuando los exponen tímidamente nuestros políticos, porque no les queda más remedio; pero no se compromete en los editoriales, y nuestros representantes públicos no expresan enérgicamente sus quejas porque temen a Guillermo García Alcalde, "personaje" influyente en Prensa Canaria, a la que llegó como simple redactor, y del que desconozco sus "méritos" para que haya sido nombrado Hijo adoptivo de Gran Canaria y de Las Palmas de Gran Canaria. ¿Qué destacados servicios le ha prestado a la isla y a su capital, siquiera un artículo periodístico defendiéndolas de los insultos y falacidades de don Pepone? Yo considero que NINGUNOS, por eso me niego rotundamente a considerarle mi "hermano adoptivo". Y para colmo, el Club de Prensa Canaria, invitó al enemigo público nº 1 de nuestra isla, Paulino I de Canarias a pronunciar una conferencia. ¡Que bajeza! Tampoco Canarias7 se preocupa en imbuir el grancanarismo a nuestra juventud, posiblemente porque su propietario ambiciona que sea un periódico regional, pretensión imposible porque en Tenerife tienen tres periódicos con los que no puede competir, sobre todo con El Día, que según su dueño, el calumniador don Pepone, es el más vendido en Canarias. Sería interesante saber cuantos ejemplares vende Canarias7 en las islas orientales, y si le compensan lo suficiente como para no significarse más en la defensa de Gran Canaria. Claro que también los padres de esos jóvenes tienen la obligación de instruirlos en la historia del archipiélago y en los desmanes y tropelías cometidos por el imperialismo chicharrerón, sobre todo en los infaustos años para nuestra isla que Santa Cruz fue la capital única de Canarias. Pero, segura y desgraciadamente, que sus progenitores la desconocen. A todo lo más que se llega es a los insultos de las murgas carnavaleras y a las agresiones y pedradas a las guaguas donde viajan los jugadores de los equipos balompédicos de ambas capitales cuando se enfrentan por coincidir en la misma división, actos que rechazo totalmente. Hay que luchar con absoluta nobleza, convencidos de la justeza de nuestras pretensiones.
Yo repito una vez más que la ÚNICA solución para que el Gobierno Atinómico no continúe frenando y obstaculizando el progreso que Gran Canaria consiguió con la división provincial de 1927, es su constitución en Comunidad Autónoma independiente - y no le estoy arrebatando al amigo Arturo Cantero Sarmiento su paternidad de la idea sino continuándola-, y ello lo considero posible, vuelvo a repetir una vez más, según mi interpretación del apartado 2 del artículo 143 de la Constitución, capítulo tercero: De las comunidades autónomas, que expone: 2. "La iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las Diputaciones interesadas o al órgano interinsular correspondiente Y A LAS DOS TERCERAS PARTES DE LOS MUNICIPIOS CUYA POBLACIÓN REPRESENTE, AL MENOS LA MAYORÍA DEL CENSO ELECTORAL DE CADA PROVINCIA O ISLA. Estos requisitos deberán ser cumplidos en el plazo de seis meses desde el primer acuerdo adoptado al respecto por alguna de las corporaciones locales interesadas (esto queda complementado por el artículo 151). Pienso que queda suficientemente claro, en mi opinión, la posibilidad de que una ISLA pueda constituirse en Comunidad Autónoma, pero no obstante mi convencimiento a este respecto, considero conveniente que lo ratifiquen o demuestren su imposibilidad los expertos constitucionalistas. Por supuesto, si los lanzaroteños y majoreros quieren unirse a esta iniciativa, puesto que pertenecen a la teórica provincia de Las Palmas, serían aceptados; pero dudo mucho que lo hicieran porque en Lanzarote, aunque se quejan bastante de abandono por parte del Gobierno Atinómico, la mayoría de sus habitantes sienten simpatía por Tenerife y antipatía hacia Gran Canaria, como he comprobado -mi hermana, hace algunos años, pidió en el Club Náutico de Arrecife una cerveza Tropical y le contestaron que no la tenían, al manifestar su extrañeza por ello, fue groseramente insultada por un individuo que estaba en la barra, despotricando de los grancanarios-, y desconozco los motivos de ese sentimiento hostil hacia nosotros ya que olvidan que el chicharrerón Juan Ravina, desatacó el Real decreto de 23 de Octubre de 1883, que ordenaba que el cable del telégrafo debía pasar por Lanzarote, y abusando de su cargo de Director Jefe del Centro de Santa Cruz del Cuerpo de telégrafos, logró el amarre en Tenerife, por lo que se truncó, una vez más, el legítimo desarrollo de la isla, pero lo pésimo es que no fue sancionado ni destituido de su cargo por su desobediencia a un poder superior, ¿porqué esta condescendencia desde Madrid con estas burlas y desacatos a la autoridad Real o al Gobierno Nacional?; no recuerdan que fue un grancanario, el ingeniero Juan León y Castillo, hermano del político, el autor de las mejoras del puerto de Arrecife, que significó el inicio de su progreso, y por ello está recordado en una calle de la capital lanzaroteña; y que cuando las erupciones volcánicas entre 1730 y 1736, que originaron el actual Parque Nacional de Timanfaya, y que arrasaron algunas localidades, su pobladores, en los años 1731 y 1732 emigraron a Gran Canaria, donde fueron recibidos con los brazos abiertos y ayudados generosamente -lo mismo que sucedió con los majoreros, los herreños, los palmeros y los tinerfeños; gomeros vinieron muy pocos, solamente recuerdo a Mario Hernández Álvarez, antichicharrerón furibundo-; esto lo relató el malogrado escritor lanzaroteño Agustín de la Hoz - al que conocí, que amaba a Gran Canaria, a la que venía frecuentemente, y no recuerdo si vivió aquí una temporada- en un artículo publicado en La Provincia; y en cuanto a los majoreros tengo mis reservas porque en Fuerteventura tiene mayoría en sus instituciones políticas Coalición Canalla, si no me equivoco, por lo que supongo que serán atendidos en sus peticiones. De todos modos, Gran Canaria no necesitaría de sus apoyos porque se basta por si sola para conseguir su autonomía siempre y cuando sus representantes políticos no se inhiban cuando esta iniciativa se plantee en el Congreso de los Diputados, donde habrán de formar una piña con independencia de sus ideologías, rompiendo, si fuera necesario, la disciplina de partido, porque TIENEN Y DEBEN anteponer el interés de su isla, pues ya debemos estar cansados de que desde Madrid nos impongan los dos principales partidos sus criterios acordes con sus intereses, que muchas veces lesionan los grancanarios, como esos infames pactos con los que mantienen a Coalición Canalla en la presidencia del Gobierno Regional que tanto perjudica a Gran Canaria, cuando lo racional sería un entendimiento entre ambos para desplazarla, como han hecho en Vascongadas con el PNV. Ahora, el triple ministro del Gobierno de Rajoy, José Manuel Soria, propone un pacto al Partido Socialista Canario para acabar con la permanencia de más de 30 años de Coalición-ATI o ATI-Coalición -que tanto monta- por "Higiene Política", alega, ¡y se da cuenta en estos momentos, presentándola como una idea suya, cuando no me hizo caso alguno en la mencionada entrevista, de triste recuerdo para mí, cuando se lo propuse! -creo que el Secretario General de los Socialistas Canarios, José Miguel Pérez, no lo aceptará porque es afín a Jerónimo Saavedra, que estaba obsesionado y desesperado por pactar con Coalición, y para conseguirlo eliminó el obstáculo que era Juan Fernando López Aguilar. Y de ser posible ese pacto, ¿quién nos garantiza la ecuanimidad de los populares y socialistas de Tenerife? Porque ellos por encima de las ideologías son ante todo tinerfeños, de lo que tenemos abundantes ejemplos, como el del famoso pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz ya citado anteriormente, que negó por unanimidad de su corporación, compuesta por UCD, PSOE, UPC. PC y AL, la estancia de Colón en Gran Canaria. Lo que TENDRÍAN Y DEBERÍAN conseguir nuestros políticos es que sus compañeros en el Congreso y en el Senado comprendieran sus razones y las apoyaran en las votaciones. Para obligar a nuestros políticos a comprometerse en la cuestión de la autonomía para nuestra isla no encuentro otra opción que una gran manifestación popular -similar a la de la prouniversidad- con participación de habitantes de todos sus municipios, cuya convocatoria, ante la inexistencia de un partido grancanarista, sugiero a la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Económica de Amigos del País -de la que soy miembro- mediante un manifiesto que se enviaría a todos los medios de comunicación canarios: prensa -La Provincia (que no quiero creer que se niegue a publicarlo) y Canarias7 (que confío que sí lo publicaría), emisoras radiofónicas y canales locales de televisión: El Independiente de Canarias y Canal9, porque con TVE en Canarias, aunque su Dirección regional esté aquí, según creo aunque no me sorprendería que la hubiesen trasladado a Tenerife, es proclive a esa isla, de la que ofrecen más noticias en los telediarios, tanto nacionales -por esto, cuando nuestro viaje a Rusia hace un par de años, todos nuestros compañeros peninsulares del grupo, nos preguntaron si éramos de Tenerife- como canarios, no hay que contar, y mucho menos con la mal llamada Televisión Canaria, cuyo nombre correcto debe ser Televisión de Tenerife, que no veo. La manifestación que propongo partiría desde la plaza de la Feria y recorrería las calles León y Castillo y Bravo Murillo, para detenerse ante el Cabildo de Gran Canaria, a cuyo Presidente, José Miguel Bravo de Laguna, se le entregaría la propuesta para la autonomía de la isla, que él, por su cargo de representante de ella, debería tomar en consideración y plantearla en su partido. Que no crea que con reponer la banderaza de Gran Canaria en las inmediaciones de la fuente luminosa ya ha cumplido con su obligación de defender y hacer progresar la isla, y que hemos olvidado y perdonado el gravísimo "error" -por no calificarlo más duramente- que cometió con sus concesiones en el ya mencionado Pacto de Medinaceli, tan lesivo para ella. Yo quiero ser optimista y creer que, ante el clamor y presión popular, los demás políticos grancanarios pertenecientes a los otros partidos se unirían a este proyecto -como lo hicieron cuando la Universidad- aunque fuera por su interés personal. Igualmente estimo que el grupo de opinión Tamarán debería olvidarse, aunque sea por una vez, de contestar las majaderías de don Pepone, y redactar otro manifiesto a publicar en los mismos medios de comunicación grancanarios, en el que se expusieran todos los abusos, despojos y tropelías que sufre Gran Canaria por parte del Gobierno Atinómico para conocimiento de todos sus habitantes y conseguir que reaccionen como corresponde y superen su vergonzosa sumisión. Si no somos capaces de luchar con denuedo por nuestra isla, ésta continuará siendo oprimida cada vez más por el Gobierno Atinómico, que seguirá indefinidamente presidido por áticos gracias a los pactos con PP o PSOE, que la irán deprimiendo paulatinamente hasta convertirla en una más de las seis satélites de Tenerife, que será la soberana del archipiélago, y hasta nos quitarán el Gran de nuestro nombre, como continuamente propone y exige don Pepone; perderemos definitivamente nuestro prestigio histórico, que no posee isla alguna de nuestro archipiélago, y que nuestros descendientes no conocerán porque suprimirán todos los vestigios de nuestra superior cultura aborigen que era la más avanzada del archipiélago -allá exponen para su venta reproducciones de nuestras pintaderas y del ídolo de Tara, con la intención de hacerlos pasar como obra de sus aborígenes --; hasta ahí llega su campaña de despojos- y los títulos y nombramientos que obtuvimos de la corona castellana después de la conquista. Le he hecho la propuesta de esta Autonomía para Gran Canaria a José Manuel Soria, Juan Fernando López Aguilar, José Miguel Pérez y Román Rodríguez, quienes -con la excepción de Soria ha sido el único que me ha recibido, aunque mejor no lo hubiera hecho por su decepcionante y censurable respuesta- no me han contestado, siquiera por educación aunque me expresaran su desacuerdo.
Pido disculpas por la gran extensión de esta conferencia, pero he querido que los oyentes, si han resistido hasta su final, queden informados totalmente de las enormes falsificaciones históricas de los chicharrerones; de todas las tropelías que sufrieron nuestros antepasados cuando el que fuera mísero barrio portuario de La Laguna, Santa Cruz, fue designado capital del archipiélago gracias a intrigas y adulaciones, sin poseer pasado histórico ni categoría ni alcurnia; de todas las viles campañas que realizan para desprestigiar nuestra isla y su capital tanto en la península como en Europa, como he demostrado con pruebas fehacientes. Hay que impedir valiente y noblemente que ese indigno hecho vuelva repetirse porque significaría la ruina y la esclavitud de Gran Canaria. Si esto sucediera por la dejación de nuestros políticos, por la cobardía de nuestros medios de comunicación, y por el entregamiento de nuestro pasivo pueblo, yo, al menos, tendré la satisfacción de haber cumplido con mi deber como grancanarista acérrimo al denunciarlo, por lo que mi responsabilidad histórica habrá quedado a salvo de las censuras de mis descendientes y de mis coterráneos.
Y finalizo con unos versos del inolvidable don Félix Alonso Suárez, fundador de la Asociación Benéfica Cruz Blanca, cuya altruista labor no ha merecido otro recuerdo por nuestro Ayuntamiento, que dar su nombre a una simple y modesta rotonda en las inmediaciones de la avenida Juan Carlos I:
Soy grancanario y esto me basta.
No envidio patria ni otra región.
Esta es mi gloria, esta es mi dicha:
Ser grancanario de corazón.
¡Que igualmente lo seamos todos los que en Gran Canaria nacimos y habitamos! ¡Imitemos a don Antonio Rumeu de Armas, quien no tuvo reservas de clase alguna para mostrar palmariamente su ultracicharreronismo cuando nuestra magna manifestación por la universidad, evidenciando la falsedad de su ecuanimidad!
Conferencia pronunciada en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, el día 10 del corriente mes.
CONCLUSIÓN FINAL: sufrí una tremenda decepción por la escasa asistencia de público a mi disertación, que ocupó escasamente la mitad del aforo del salón de actos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. A los que acudieron y soportaron heroicamente hasta el final mi extensísima conferencia -dos horas aproximadamente-, porque expuse exhaustivamente hechos y datos, muchos hasta ahora desconocidos o no recordados -y no estoy presumiendo de ser su ÚNICO conocedor, obviamente- que consideré, y considero, NECESARIO que sepan los grancanarios, les expreso mi total agradecimiento por su paciencia jobiana, porque demostraron indiscutiblemente ser AUTÉNTICOS GRANCANARISTAS y porque comprenden -como yo- que Gran Canaria MERECE Y NECESITA todo el tiempo del mundo. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no interrumpirla por la afección que sufría mi garganta, y para continuarla tuve que tomar agua varias veces, como pudieron observar los asistentes. Alguien intentó "justificar" ese reducido número de oyentes diciéndome -quizá para "consolarme"- que esa tarde se televisaba un encuentro balompédico de la liga nacional entre el Barcelona y el Getafe, un modesto equipillo que ocupa, según creo, los puestos bajos de la clasificación; ni siquiera era de los "grandes" -R. Madrid, Valencia, Sevilla...-, ni una competición europea o un partido de la selección nacional. Pero aún en estos últimos casos, tenía la ingenua y errónea creencia de que el interés de Gran Canaria se antepondría a cualquier otra actividad lúdica. Los españoles están, lamentablemente, más alienados e hipnotizados por ese "deporte" que en la tenebrosa época de Franco, del que se aseguraba lo fomentaba para que el pueblo no cayera en la cuenta de los graves problemas políticos, sociales y económicos que aquejaban a España, y de la feroz represión que se practicaba contra cualquier tipo de oposición al régimen, pues actualmente se llega a extremos tan asombrosos como los de que el Rey -con todos mis máximos respetos por él, que sin ser monárquico tiene mis simpatías, ya un poco menos por su censurable viaje para cazar elefantes, aunque he de reconocerle su humildad al manifestar que lo sentía y que no volvería a suceder- ennoblezca al seleccionador Vicente del Bosque con el título de marqués, y no lo estoy despreciando como persona ni como profesional; pero entonces, los jugadores, que con su entusiasmo, su lucha y su clase fueron los que principalmente hicieron posible conseguir el campeonato mundial de balompié, ¿qué reconocimiento merecían recibir? Tampoco estoy subestimando al deporte -lo practiqué como aficionado durante muchos años, especialmente la halterofilia y la natación- sino censurando su sublimación como si fuera una manifestación del intelecto humano; hay unas distinciones adecuadas para los éxitos conseguidos por los relevantes deportistas, sobre todo los no profesionales y no los que perciben emolumentos exorbitantes. Ante esto (conceder un título nobiliario por un hecho tan baladí) no me interesa en absoluto pleitear para reclamar el marquesado de Guadalerzas, que correspondía a mi abuelo materno palmero Ricardo Nieto González al fallecimiento de su tía Carolina -de ella le vino el nombre a mi madre- Nieto y Pérez en 1929, y del que se despreocupó hasta el extremo de permitir con su indiferencia que se lo usurparan, porque, al margen de títulos nobiliarios ya que me parece fútil el concepto de aristocracia, me defino como Ortega: "Yo soy yo y mis circunstancias", nada más y nada menos, y con esto dejo patente mi postura sobre esa cuestión, pues con marquesado o sin él seguiré siendo el mismo hasta el final de mi existencia. El primer marqués de Guadalerzas fue mi tataratío Matías Nieto y Serrano -hermano de mi tatarabuelo, el Teniente Coronel y Gobernador Militar de La Palma, Ricardo Nieto y Serrano-, título que le fue concedido el 13 de Febrero de 1893 por la Reina Regente María Cristina, durante la minoría de edad de Alfonso XIII, que fue Presidente de la Real Academia de Medicina y Senador del Reino, entre varios cargos, y, según sus biógrafos, una de las figuras más relevantes de la Ciencia Española del siglo XIX, perteneciendo a más de 50 sociedades científicas extranjeras, en las que fue muy estimado por su erudición y calidad científica, recibió las Grandes Cruces de Beneficencia de Isabel la Católica y de María Cristina, aparte de innumerables distinciones, diciendo Sánchez Rubio que él era "todo un monumento viviente, como la ciencia desplegada por su sabiduría"; además publicó una serie de obras de carácter filosófico. He traído a colación la historia del marquesado de Guadalerzas, no para presumir de "sangre azul", que es una absoluta memez, sino para que se vea que es relativamente moderno, pues solamente tiene 119 años de antigüedad (y en tan poco tiempo no podría mi sangre cambiar de color), por lo que no es en modo alguno de los "históricos"; a mí lo que realmente me interesa y admiro es la valía personal y profesional de Matías Nieto y Serrano, que, según he expuesto más arriba en su breve biografía, fue un eminente científico en su tiempo; tengo la impresión de que mi abuelo materno tenía el mismo pensamiento que yo sobre la cuestión de la aristocracia, y por ello no se interesó o preocupó por el título, porque lo verdaderamente digno de reconocimiento es la nobleza personal, tanto en el ámbito familiar como en el profesional y en el social y no el adquirido por un título, concedido en numerosas ocasiones muy alegre e irresponsablemente, y sin auténticos y relevantes meritos o valores humanísticos -ciencia, arte o servicios a la nación y a la sociedad- para recibirlos. O en la del "pan y toros" del absolutismo; o en la del "panis et circus" del imperio romano. ¡Qué tristeza! Y tampoco les interesa, ni preocupa, la deplorable situación de nuestra isla a los casi 350 socios de nuestra Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, por lo menos a una minoría que llenase el salón de actos. Entonces ¿para qué están afiliados a ella si no sienten interés ni preocupación por Gran Canaria? ¿Ni a sus directivos? ¿Para qué lo son? Se asemejan a nuestros ineficaces políticos que, salvo excepciones rara avis, no luchan por ella. ¿Dónde estaban ese día 10 todos aquellos -a excepción, por supuesto, de los fallecidos o ausentes de la isla- que el 5 de Mayo de 2005 colmaron el salón de actos del Círculo Mercantil en la presentación del Partido Doble Autonomía, acaudillado por Arturo Cantero? ¡Qué diferencia de interés por nuestra isla! Comprendo que muchísimos estén decepcionados por tantos intentos fallidos, pero yo no presentaba un partido insularista (y qué si lo fuera, ¿acaso no lo hay, y con muchísima fuerza y poderío en Tinerfelandia? Como muestra tenemos el tremendo escándalo que organizaron por el distrito único universitario con sede en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, mientras nuestras fuerzas ¿vivas" guardaban absoluto silencio), y mucho menos POLÍTICO- quiero que este concepto quede perfectamente CLARO PARA SIEMPRE- ya que no me considero capacitado para esa empresa; solamente quería, y quiero, que se conozcan la REALIDAD de nuestra Comunidad Autonóma y todas las tropelías que cometió y comete contra Gran Canaria y su capital, la Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria, el imperialismo chicharrerón, y se rebelen contra él los grancanarios convirtiéndose en grancanaristas; el no hacerlo significaría pedir el encadenamiento. Yo he cumplido con mi DEBER HISTÓRICO como tal al denunciarla.
He sabido, con gran amargura, que la mayoría de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria ha rechazado mi propuesta de que asumiese la convocatoria de una manifestación popular para despertar el dormido -no quiero creer que perdido definitivamente- sentimiento grancanarista de nuestros coterráneos, porque, alegaron que su finalidad -la de la Real sociedad Económica- no es la política, pero incurren en una gran contradicción porque ¿acaso no es "política" la reforma del sistema electoral canario que promueve, exponiendo en el local social impresos para recoger firmas que apoyen esa iniciativa? -que yo también he firmado-. La respuesta es rotundamente sí, o sea que es POLÍTICA incuestionablemente; y yo les sugiero que aprovechen esa coyuntura para pedir igualmente la también NECESARIA REFORMA del Estatuto de Autonomía, con un equitativo reparto de las principales instituciones: el Gobierno en una capital suprimiéndose la alternancia cuatrianual, y el Parlamento en otra, e igualmente las consejerías y organismos, olvidándose del Pacto de Medinaceli por desfasado y porque no tiene el carácter de inmutable y que HAY QUE ADAPTAR a las actuales circunstancias; y esto lo apoyaría sin reservas y descartaría definitivamente la autonomía para Gran Canaria, ÚNICAMENTE SÍ ASÍ SE REALIZARA. Pero como buen demócrata acepto la decisión de mis consocios miembros de la junta de Gobierno de la Real Sociedad Económica con su Director al frente, que votaron en contra de mi proposición, aunque no la comparto porque considero que no han entendido los motivos que me impulsaron, casi me obligaron, a formularla. Por eso les propongo que mantengamos una amigable y amistosa reunión para intercambiar nuestras respectivas opiniones, con absoluto respeto para todas en razón de los cánones de la auténtica democracia. Confío en que no se desprecie mi petición, que estimo razonable, pues en caso contrarío se me infligiría una ofensa que, por dignidad personal, me obligaría a renunciar a mi condición de socio de nuestra querida Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, en la que ingresé con tanta ilusión para aportar mi insignificante contribución al renacimiento y reconocimiento de la importancia histórica de Gran Canaria, y de su capital, la Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria en nuestro archipiélago, sin pretensiones hegemónicas. Que quede esto absolutamente claro. Igualdad sí, pero claudicación JAMÁS.
Después de esto no volveré a insistir sobre el tema -aunque estoy predispuesto al diálogo en el supuesto de que reconsiderasen su decisión ante hechos tan palmarios sucedidos, que suceden y que sucederán fatalmente, y quisiera equivocarme- y, como Hernán Cortés, quemaré mis naves, porque no me es posible recorrer las calles de la capital, de las ciudades y de los pueblos de la isla con una pancarta y un megáfono para comunicar mi intención, entre otras cosas por mi edad -no por falta de entusiasmo- o porque me tomarían por un orate o porque me acusarían de perturbar el "orden público", expresión tan utilizada por el franquismo. También continuo aguardando, aunque cada vez con menos esperanzas, que el grupo de opinión Tamarán redacte y publique ese manifiesto que le sugerí en mi disertación, denunciando, para conocimiento de nuestro pueblo, la situación de presión que sufre Gran Canaria. Por lo visto solamente les interesa a sus miembros ocuparse de las delirantes majaderías del paranoico don Pepone. Ante esta inhibición y esta pasividad, me siento completamente DECEPCIONADO.
Tuve un buen amigo, Leopoldo Navarro Wood, abogado -fue, por el turno de oficio, el defensor de "El Rubio", al que se le imputaba el asesinato del industrial Eufemiano Fuentes, que se encerró en un absoluto mutismo y no le facilitó información alguna para poder realizar su defensa siquiera con mediano acierto, esta es la verdad, y lo hago constar porque Leopoldo fue acusado injustamente en algunos círculos de nuestra ciudad de inepto por haber sido condenado su defendido- y violinista de la Orquesta de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria y de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, que llegó a los 94 ó 95 años de edad. Yo iba a visitarle con alguna frecuencia a su domicilio, pues ya no salía a la calle, y charlábamos durante un par de horas, más o menos. Siempre me hacía la misma pregunta: "¿Para qué, Carmelo?" Se refería a para qué seguía viviendo, y yo le decía "No puedo contestarle a esa pregunta Leopoldo, pero usted todavía tiene su esposa y sus descendientes que le quieren, y amigos que le aprecian, y por lo tanto no está solo como otros". Pero no se quedaba muy convencido con mi respuesta porque estaba obsesionado con el ¿para qué? Ahora soy yo el que me hago la misma pregunta, pero no con relación a mi existencia, sino ¿para qué mi disertación sobre la marginación y el expolio del Gobierno Atinómico -con la connivencia en unas ocasiones del PP y en otras del PSC-PSOE-, de Gran Canaria, si NADIE me ha hecho ni me hará caso? Rindo la lanza de mi pluma -ahora ordenador- porque, ante la total y absoluta ausencia de colaboradores, no voy a ser un nuevo Don Quijote que luche insensatamente contra los molinos de viento de la mal llamada Coalición Canaria, cuyas aspas, formadas por los que todos sabemos, pues tienen nombres y apellidos, muchos nacidos en esta isla a la que traicionan por un carguito, me harían rodar por los suelos, como al Ingenioso Hidalgo de La Mancha, y no deseo correr su misma suerte. De todos modos, esta ópera trágica titulada "Gran Canaria, traicionada por sus políticos -sin distinción de partidos- y entregada por sus hijos a su secular enemigo que le juró odio eterno: Chicharrelandia", ya tiene compuesta su obertura: "Los esclavos felices", de Juan Crisóstomo Arriaga, y el coro "Va' pensiero", de los prisioneros hebreos, de Nabucco, de Giuseppe Verdi, así como un aria: "Sola, perduta e abbandonata", de Manón Lescaut, de Puccini. Falta conocer el número de actos que tendrá, pero si sabemos su final: Delenda est Gran Canaria. Yo, optimistamente, tenía la esperanza de que terminaría con el grandioso cierre del cuadro II del acto II y último de la ópera Leonora, de Ludwig van Beethoven, en el que don Fernando, ministro de Justicia, libera a los atormentados prisioneros del siniestro gobernador don Pizarro (aquí Paulino I de Canarias) de las lóbregas mazmorras donde los tenía encerrados; pero me equivoqué total y lamentablemente. Creo que el simbolismo está perfectamente claro.
Aparte de todo lo dicho, también creo que es el momento adecuado para que el afamado historiador -que le viene por tradición familiar- Agustín Millares Cantero escriba un libro similar a "Santa Cruz dominadora", que tanto éxito de difusión y ventas ha alcanzado, en el que denuncie con su buena pluma que nuevamente esa pequeña ciudad intenta, si no repetir los conocidos desmanes, si al menos asumir la capitalidad real y absoluta de Canarias, lo que tenemos que impedir, cueste lo que cueste.
Y para poner punto final. Si ayer acusé de cinismo a José Manuel Soria por los motivos que expuse con claridad meridiana en mi disertación, ahora tengo la ineludible obligación de acusar de lo mismo a José Miguel Pérez, vicepresidente del Jodierno Atinómico, que no justifico en modo alguno -mi ideología creo que es más que conocida por mis lectores y está en las antípodas del PP- ni acepto, que "olvida" que Rodríguez Zapatero nos engañó miserablemente con aquel Consejo de Ministros que se celebró en Las Palmas de Gran Canaria, que acordó un "plan especial" para Canarias, del que no hemos visto ni una sola muestra, al menos en Gran Canaria, porque SÍ fue generoso con Tinerfelandia por el apoyo de los dos diputados de Coalición Canalla en el Congreso de los diputados. ¡Cómo le traiciona su "memoria"!
Tercera y última parte de la disertación pronunciada el día 10 de los corrientes, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria.
ACLARACIÓN: el número de fragatas de la flotilla de Nelson eran tres, como puede fácilmente colegirse de sus nombres citados, o sea, que el total de embarcaciones de la misma eran nueve, que, según Rumeu de Armas realizaron el IMPONENTE ATAQUE, -casi como el desembarco aliado en Normandía en la segunda guerra mundial- quizá para darle un carácter más heroico a la defensa y rechazo de la invasión por las fuerzas al mando del capitán general Antonio Gutiérrez, en las que, a más de militares se habían incorporado civiles procedentes de todas partes de la isla y un destacamento francés que estaba allí prisionero, y hacer creer que se enfrentaron a un enemigo numéricamente superior. También Rumeu califica este hecho de RESONANTE VICTORIA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE SOBRE LA "ESCUADRA" DEL "CONTRALMIRANTE NELSON" -que ya he demostrado con fechas que todavía no ostentaba ese grado en propiedad sino que era capitán de navío en FUNCIONES de contralmirante- que, según el historiador santacrucero, "contaba con 1000 hombres, entre ellos los 250 soldados veteranos del capitán Olfrield", y que en la Historia de Nelson se lee que la flotilla "tenía una dotación de 700 hombres en la que no habían soldados, que Nelson consideraba imprescindibles en una operación de conquista". ¿De donde se sacaría Rumeu esos "250 soldados veteranos del capitán Olfrield"? No lo prueba en absoluto con datos fiables. Así que, a Antonio Rumeu de Armas, le pudo más su chicharronerismo que su rigor como historiador, que no desmerece en modo alguno esta parcialidad por el barrio portuario lagunero entonces, en el que nacería siendo ya ciudad después de arrebatarle la capitalidad de la isla a La Laguna. Lo que queda DEMOSTRADO INDISCUTIBLEMENTE es que no fue un "Imponente ataque" ni una "Resonante victoria" sobre la "escuadra", sino una escuadrilla, no del "contralmirante" sino del capitán de navío en FUNCIONES de tal, Horacio Nelson.
POST SCRIPTUM: a un tal Manuel Fernández, perteneciente al PP, se le ha ocurrido la "genial idea" de proponer la eliminación de los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife porque, alega, que sus funciones ya las realiza el Jodierno Autónomo. Y los de las restantes islas ¿no? Este "inteligente" sujeto ignora que para realizar su dislatada propuesta HABRÍA QUE REFORMARSE LA CONSTITUCIÓN porque conculca el artículo 141, nº 4, que expone: "En los archipiélagos, las islas tendrán además su administración propia en forma de CABILDOS (mayúsculas mías) o Consejos". El señor Fernández, en vez de desvariar tan penosamente, debería informarse debidamente sobre el tema con la lectura de la Constitución. Lo que sí debería preocuparle, y mucho, es el inmenso derroche de las Comunidades Autónomas -también contempladas en la Constitución, y que, a título personal, considero una gran equivocación su creación- que han engendrado una monstruosa oficinacracia - neologismo de mi invención, que equivale al galicismo burocracia- con cientos y hasta miles de "asesores" por enchufismo, que perciben suculentos emolumentos que pagamos todos los habitantes de cada Comunidad, mientras nos disminuyen nuestros salarios o nuestras pensiones de jubilados y nos aumentan los impuestos descaradamente para pagarles sus elevados sueldos, sus coches oficiales y sus innecesarios e injustificables viajes (como el de Paulino I de Canarias a Marruecos para entrevistarse con Mohamed VI. ¿Qué interés tiene para nuestro archipiélago esa visita?), y el mantenimiento de innecesarias televisiones autonómicas y también innecesarias policías autonómicas -un muy querido amigo valenciano me ha comunicado que el Gobierno Autonómico de su comunidad, hasta hace poco presidido por el incalificable Camps, el del inaclarado "caso Gürtel", y la alcaldía de la capital, la HAN ARRUINADO COMPLETAMENTE, sobre todo con el impresionante derroche de la "Ciudad de las Artes y de las Ciencias", obra del arquitecto Calatrava, cuyos proyectos al finalizarlos cuestan TRES O CUATRO VECES MÁS que el inicial, y como ejemplo tenemos el auditorio de Santa Cruz de Tinerfelandia, burda imitación del edificio de la Ópera de Sidney
(Magnífica muestra de arquitectura moderna), que parece (el de Santa Cruz, obviamente) un casco de bombero; y con la contratación para dirigir su orquesta y su festival de ópera (me refiero, como el lector habrá colegido, a Valencia) a dos de los más importantes y cotizados directores actuales: Lorin Maazel y Zubin Mehta, "lujo" que no puede permitirse ni Nueva York-. ¡Y tiene el Presidente Nacional, Mariano Rajoy, la gran desfachatez de pedirnos sacrificios y austeridad a los peor pagados o a los que tenemos unos pequeños ahorros y de encarecernos la sanidad pública y los medicamentos! Igualmente el Presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, está empeñado en la construcción de un nuevo centro deportivo -proyecto que heredó de su predecesor, el socialista José Miguel Pérez, otro que bien baila- para que en el se celebren 3 ó 4 partidos del campeonato mundial de baloncesto -ahora se dice basket, anglicismo que es "más elegante" que la palabra castellana- que parece tendrá su sede en España. Creo que la actual coyuntura económica no está para esos dispendios, pero si se justifica públicamente que los beneficios dinerarios que se obtengan superan bastante los gastos de su edificación, le doy mi visto bueno, SIEMPRE que lo demuestre de modo transparente y comprobable.
Y para continuar rizando el rizo, nuestro Diputado del Común -¿Para qué servirá ese cargo, porque cuando necesité acudir a él, aunque era su predecesor el que lo desempañaba, no me resolvió mi denuncia?- mi "amigo", el inefable Jerónimo Saavedra, verdadero "avidus officii", que se resiste con absoluto denuedo a abandonar la vida pública, ha declarado que "debe tener 12 asesores" (¿) y que "en 4 de las islas constituyen el único personal que trabaja para la institución". O sea, más "enchufados" cobrando de nuestros dineros. Y esto lo dice un "supuesto" socialista, que si fuera consecuente con su condición de tal, lo que MORALMENTE debería pedir, para ahorrar gastos innecesarios, injustificables e improcedentes en las actuales circunstancias de escaso nivel económico, es el cierre -al menos temporal hasta que se produzca esa, bastante lejana por desgracia general según los cálculos de los expertos monetarios nacionales e internacionales, anhelada recuperación financiera- de las oficinas en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tinerfelandia, porque para su misión es más que suficiente la de Santa Cruz de La Palma, donde tiene su sede oficial la tal "Diputación del común". Y si Jerónimo se aburre en una ciudad tan pequeña porque él es amante de los eventos culturales, principalmente los conciertos de música selecta, sea sinfónica o de cámara -no se puede olvidar que hasta su nombramiento de Diputado del común, que él buscó insistentemente, pactando con el diablo (no creo en su existencia, por supuesto) si fuera necesario, para conseguirlo, fue Presidente de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria- y de la ópera -es socio de honor de los Amigos Canarios de la Ópera (ACO) de Las Palmas de Gran Canaria- y allí no puede disfrutarlos, pues lo honesto es renunciar a ese cargo, olvidarse definitivamente de la vida pública, que ya tiene edad para ello -la misma mía- y venirse a vivir a su casa en Vegueta para gozar de la actividad cultural de su ciudad natal. Pero no lo hará porque su desmesurada obsesión -en este aspecto es igual al bajobarítonotenor Pepe Plácido Domingo- "el cantante ABSOLUTO", según el periodista ignaro en canto Luis María Ansón, porque abarca las tres cuerdas masculinas, hecho ÚNICO E IRREPETIBLE en la historia de la Ópera- inmenso ególatra (enfermedad psíquica), que carece totalmente de profesionalidad y dignidad para retirarse de los escenarios operísticos y sigue y seguirá emitiendo sonidos vocales, que no cantando in sensu stricto, aunque lo saquen en silla de ruedas o en camilla- por un carguito es superior a sus inquietudes culturales, y no logrará vencerla sino cuando ya se encuentre imposibilitado físicamente por el paso y el peso de los años -que le deseo sinceramente que alcance muchos y que yo pueda verlo-, pero no mentalmente.

 Carmelo Dávila Nieto